acciones que realizaron los peronistas para resistir las prohibiciones
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La resistencia peronista es el nombre que recibe un período de la historia del peronismo y un movimiento de resistencia a las dictaduras y gobiernos civiles argentinos instalados a partir del golpe de Estado de septiembre de 1955 —que derrocó al gobierno constitucional de Juan Domingo Perón— y hasta el 25 de mayo de 1973, fecha en la que asumió el gobierno constitucional de Héctor José Cámpora. Los gobiernos instalados durante ese período fueron resultado de golpes de Estado o de elecciones en las que no se permitió participar libremente al peronismo. En la Resistencia peronista participaron gran cantidad de organizaciones sindicales, juveniles, guerrilleras, religiosas, estudiantiles, barriales y culturales, que eran autónomas y tenían como objetivo común la vuelta de Perón al país y la realización de elecciones libres y sin proscripciones
Explicación:
La respuesta del peronismo fue en varios ámbitos simultáneos: la más inorgánica fue la respuesta de pequeños grupos de militantes peronistas que se lanzaron a la violencia, concentrándose en el boicot a empresas públicas y privadas, y la colocación de bombas, llamados popularmente "caños". Ambas formas de resistencia tuvieron un gran auge a principios de 1956, decayendo rápidamente hacia mediados del mismo año.
La eliminación de las filas del Ejército de los sectores nacionalistas —que habían formado parte central del Gobierno de Lonardi— llevó a muchos de ellos a intentar derrocar a Aramburu. Si bien se apoyaron especialmente en suboficiales y algunos oficiales netamente peronistas, los dirigentes de estos grupos rebeldes siempre fueron nacionalistas, no peronistas. El grupo que llegó más lejos en su intento de derrocar a la dictadura fue el que dirigió el general de división Juan José Valle, que fue apoyado por algunos militares peronistas, como el coronel Adolfo Philippeaux en Santa Rosa, que fue el único que logró dominar la ciudad en que se había sublevado. La sublevación se saldó con el fusilamiento de dieciocho militares y el asesinato de catorce civiles. El peronismo siempre ha reivindicado este alzamiento como parte de la resistencia peronista, aun cuando Valle y varios otros jefes nunca fueron peronistas.