acciones para cuidar la comunidad
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
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Explicación:
Crear una composta comunitaria. Dentro de nuestra propia comunidad o vecindario es posible realizar el reciclaje de materia orgánica para convertirla en composta. Se estima que una familia mexicana produce entre 5 y 7 kilos de basura a la semana, de la cual el 60% es de origen orgánico. Aprovechar estos residuos beneficia a toda la comunidad, pues la composta puede ser útil como abono o fertilizante para jardineras, parques o áreas comunes.
Usar bombillas LED. El uso de las bombillas de LED o también conocidas como de bajo consumo se ha popularizado en los últimos años. Éstas no sólo ahorran el gasto energético, sino que también benefician a los bolsillos del consumidor. Por ello, cambiar la luz eléctrica del vecindario, la utilizada en áreas comunes o exteriores, puede ser una buena medida para cuidar el consumo eléctrico, así como la economía de la comunidad.
Cuidar las fugas de agua. Es importante que en cuanto se registre una fuga de agua hay que reportarla, pues el 40% del agua que se pierde es sólo por fugas que pudieron haberse reparado a tiempo. El agua potable es un líquido vital y algunas personas aún no entienden la importancia de su conservación.
Compartir el transporte. ¿Te has preguntado cuántas veces tu vecino y tú se cruzan en el camino? Esto es quizá porque los lugares hacia dónde se dirigen coinciden o quedan de paso. Compartir el automóvil con tu vecino, o darle un “aventón”, puede ser también una manera ecológica de reducir el impacto ambiental. Uno de los peores problemas de contaminación en México son las emisiones de CO2, las cuales no han podido disminuir significativamente, ni siquiera con los programas de “hoy no circula”. Por ello, es importante reducir los viajes en automóvil (en distancias cortas) o compartir automóvil con uno o varios vecinos si es posible.
Enseñar a los más pequeños. No cabe duda que aunque los problemas ambientales son actuales, a quién le tocará pagar los platos rotos es a la generación que viene detrás. Lo cierto es que reducir el daño ambiental y la contaminación puede ser un hábito adquirido que se enseñe a los más pequeños. Todo apunta a que las profesiones del futuro estarán relacionadas con todo lo que tenga que ver con el cuidado y preservación del ambiente, por lo que inculcar una cultura de no contaminación puede ser la gran herencia que pasemos a la siguiente generación.
Para reducir el impacto ambiental, es muy importante tener dónde lo estamos generando. Diariamente podríamos ser parte del problema de contaminación, desde nuestra casa hasta en el mundo, pero de la misma manera podríamos ser parte de la solución.
Vivir en comunidad es una de las características del ser sociable. Todo el tiempo estamos rodeados de personas y éstas, a su vez, de otras personas también. Por lo que cuidar el ambiente es posible a través de la información, la organización, la cooperación y sobre todo el interés de las comunidades