Castellano, pregunta formulada por frankbeltran2311, hace 7 meses

a. Supimos que los directores del proyecto de lectura volvían, es más, supimos a qué hora pensaban hacerlo. b. La biblioteca tiene un horario muy estricto para el préstamo de los libros. Asimismo, lo tiene nuestra Institución. c. Caminé por el parque a pesar de que estamos en toque de queda. d. Esperamos al coordinador durante dos horas y, al final, no apareció a darnos las indicaciones del trabajo a realizar. e. A pesar de que los jugadores hicieron hasta lo imposible en la cancha, no lograron pasar a la final. aya los conectores

Respuestas a la pregunta

Contestado por bombommunoz4
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Respuesta:

Cuando la seguridad está garantizada por una persona y no por una institución con lineamientos claros y objetivos, puede ser muy relativa. En Yucatán, parece que el toque de queda ha dado resultado en la contención del SARS-CoV2. Habrá que estar alertas

Twitter: @luoach

Eran las 11:32 cuando decidimos irnos a casa. Estábamos saliendo de Dzityá, una colonia al noroeste de Mérida. El toque de queda ya había iniciado. Nos lo habían advertido: después de las 11:30 pm no se puede circular en la ciudad. Incluso habíamos escuchado historias de personas que regresaban a Mérida de Cancún, Campeche u otra ciudad cercana pasado el toque de queda y tuvieron que dejar el coche a la mitad de la calle; estacionarlo junto al primer retén policial que les bloqueó el paso y caminar el resto del camino, así fueran las 2:00 de la madrugada. Nosotros teníamos que recorrer un camino de 25 minutos, desde las afueras de la ciudad hacia el centro. Había quienes dicen que en el centro es más fácil evitar los retenes del toque de queda, pero todos los meridanos coincidían en algo: era imposible atravesar el periférico pasadas las 11:30. (A diferencia del equivalente en Ciudad de México, en Mérida la avenida del mismo nombre –el Anillo Periférico– sí rodea la ciudad, conteniéndola).

A pesar de que sabíamos que había toque de queda, se nos hizo tarde. Acostumbrada al gobierno de la Ciudad de México, donde la jefa de Gobierno emitió recomendaciones más que reglas para contener la pandemia, yo pensaba que lo del toque de queda era una exageración meridana… hasta que vi los retenes. Llegamos al primer retén en cuestión de segundos. Al doblar sobre la primera avenida grande, encontramos una pick-up de la policía estatal estacionada a la mitad de la vía con torretas encendidas, delante de una hilera de conos anaranjados bloqueando el paso. El resto de la avenida estaba completamente vacía. Habían transcurrido solo cuatro minutos del inicio del toque de queda y el aparato de seguridad estatal ya estaba desplegado en todo su esplendor. De manera excepcional, el oficial a cargo de ese puesto nos dio chance de pasar. Salimos del norte de la ciudad y en pocos minutos estábamos sobre el periférico. Seguramente nuestros conocidos habían exagerado con las historias del toque de queda, pensé.

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