a quienes tuvo que doblegar la monarquía para obtener el dominio absoluto?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La monarquía absoluta es una forma de gobierno en la que el rey tiene el poder absoluto. En ella no existe la división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial). Aunque la administración de la justicia pueda tener una autonomía relativa en relación al rey, o existan instituciones parlamentarias, el monarca absoluto puede cambiar las decisiones o dictámenes de los tribunales en última instancia o reformar las leyes a su voluntad (La palabra del rey es ley).
Explicación:
espero que te ayude
Explicación:
Primero : ¿ que entiendes por la monarquía?
Es una forma de gobierno de un estado en la que el cargo supremo es vitalicio y comúnmente designado según un orden hereditario. Este cargo se denomina monarca en términos generales aunque este puede variar según la estructura jurídica del gobierno o la región, como rey o reina, emperador o emperatriz, zar o káiser.
La mayoría de las monarquías absolutistas de Europa acabaron convirtiéndose en monarquías constitucionales, debido a presiones internas y externas, o cayendo bajo el peso de violentas revoluciones, para dar paso a gobiernos republicanos de distinta naturaleza.
A quienes tuvo que doblegar la monarquía para obtener el dominio absoluto?
- Otorga a un monarca el control absoluto del Estado, de modo que en su persona misma se encarne la soberanía nacional. El monarca es un gobernante vitalicio y de la nobleza.
- Carece de toda separación de poderes públicos (ejecutivo, legislativo y judicial), ya que o son ejercidos directamente por el propio rey, o éste tiene la voz final para aprobar o rechazar las decisiones de cualquier institución del Estado.
- Como consecuencia de lo anterior, el rey no podía ser sometido a juicios de ningún tipo por parte de sus súbditos, sin importar las medidas que hubiese tomado o las decisiones que hiciera.
- El ejercicio del poder del monarca se vincula de un modo u otro con la ley de Dios, o con los mandatos divinos, y por lo tanto se considera que el rey gobierna como emisario de la voluntad divina.