¿A quiénes amaba Francisco de asís y qué milagros hizo?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Milagros de san Francisco de Asís
Los milagros que se le atribuyen a este santo son muchos y fantásticos:
La sanación del leproso: San Francisco lavó la piel de un hombre con lepra. También rezó para que el demonio que lo atormentaba se alejara y dejara libre su alma. Entonces la piel del leproso comenzó a sanar, y su alma también. Cuando el hombre se dio cuenta de que estaba sano, se arrepintió de sus pecados y comenzó a llorar. El hombre se curó completamente, en cuerpo y alma y se reconcilió con Dios.
La transformación de los ladrones: Tres ladrones robaron comida y bebida del monasterio de San Francisco. Entonces San Francisco comenzó a rezar por ellos y envió a uno de los monjes a disculparse por haberlos tratado mal. Los ladrones se conmovieron tanto que se unieron a la orden franciscana y pasaron el resto de sus vidas sirviendo a los demás.
Milagros con aves: San Francisco amó tanto a los animales que los veía como criaturas de Dios, iguales a las personas. Se le vio predicando a las aves, que lo escuchaban durante sus sermones. Las aves no se iban hasta que él les daba la bendición.
El encuentro con el lobo feroz: En las cercanías de un pueblo donde vivía San Francisco, apareció un lobo que estaba aterrorizando a las personas y matando a los animales. San Francisco decidió ir a encontrar al lobo de frente y hablar con él.Ante un grupo de personas, el lobo se puso en posición de ataque, pero Francisco se puso a rezar y hacer la señal de la cruz. Entonces se le acercó al lobo y le ordenó en nombre de Jesucristo que no le hiciera daño a él ni a nadie.El lobo se calmó y empezó a acercársele a San Francisco. Así San Francisco le pidió al lobo que no hiciera daño y le ofreció que la gente del pueblo lo alimentaría a cambio de su compromiso de no atacar a los animales y a la gente. El lobo milagrosamente le dio la mano al santo para sellar el pacto.
Explicación:
Respuesta:San Francisco fue un santo que vivió tiempos difíciles de la Iglesia y la ayudó mucho. Renunció a su herencia dándole más importancia en su vida a los bienes espirituales que a los materiales.
Francisco nació en Asís, Italia en 1181 ó 1182. Su padre era comerciante y su madre pertenecía a una familia noble. Tenían una situación económica muy desahogada. Su padre comerciaba mucho con Francia y cuando nació su hijo estaba fuera del país. Las gentes apodaron al niño “francesco” (el francés) aunque éste había recibido en su bautismo el nombre de “Juan”.
Explicación:
XV Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos (de 3 al 28 de octubre)
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Francisco de Asís
Fundador de la Orden de los Franciscanos
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san francisco
Martirologio Romano: Memoria de san Francisco, el cual, después de una juventud despreocupada, se convirtió a la vida evangélica en Asís, localidad de Umbría, en Italia, y encontró a Cristo sobre todo en los pobres y necesitados, haciéndose pobre él mismo. Instituyó los Hermanos Menores y, viajando, predicó el amor de Dios a todos y llegó incluso a Tierra Santa. Con sus palabras y actitudes mostró siempre su deseo de seguir a Cristo, y escogió morir recostado sobre la nuda tierra († 1226).
Breve Biografía
San Francisco fue un santo que vivió tiempos difíciles de la Iglesia y la ayudó mucho. Renunció a su herencia dándole más importancia en su vida a los bienes espirituales que a los materiales.
Francisco nació en Asís, Italia en 1181 ó 1182. Su padre era comerciante y su madre pertenecía a una familia noble. Tenían una situación económica muy desahogada. Su padre comerciaba mucho con Francia y cuando nació su hijo estaba fuera del país. Las gentes apodaron al niño “francesco” (el francés) aunque éste había recibido en su bautismo el nombre de “Juan”.
En su juventud no se interesó ni por los negocios de su padre ni por los estudios. Se dedicó a gozar de la vida sanamente, sin malas costumbres ni vicios. Gastaba mucho dinero pero siempre daba limosnas a los pobres. Le gustaban las románticas tradiciones caballerescas que propagaban los trovadores.
Cuando Francisco tenía como unos veinte años, hubo pleitos y discordia entre las ciudades de Perugia y Asís. Francisco fue prisionero un año y lo soportó con alegría. Cuando recobró la libertad cayó gravemente enfermo. La enfermedad fortaleció y maduró su espíritu. Cuando se recuperó, decidió ir a combatir en el ejército. Se compró una costosa armadura y un manto que regaló a un caballero mal vestido y pobre. Dejó de combatir y volvió a su antigua vida pero sin tomarla tan a la ligera. Se dedicó a la oración y después de un tiempo tuvo la inspiración de vender todos sus bienes y comprar la perla preciosa de la que habla el Evangelio. Se dio cuenta que la batalla espiritual empieza por la mortificación y la victoria sobre los instintos. Un día se encontró con un leproso que le pedía una limosna y le dio un beso.