A) ¿Qué transformaciones se dan en el orden económico internacional en el siglo XVIII?
B) En el marco de la división internacional del trabajo: ¿Qué papel se asignan los países centrales? ¿Qué aporte deben realizar los países periféricos? ¿Qué países resultan beneficiados en ese intercambio? ¿Por qué?
C) ¿La ciencia económica desempeña algún rol como legitimadora del orden establecido por las potencias imperiales como Inglaterra? D) ¿Desde qué bases de operaciones y con qué sistema de alianzas los ingleses desarrollaron el comercio y el contrabando en los territorios españoles de América?
E) Según el texto, ¿Inglaterra encontró dificultades para vender sus productos en América? ¿Hay alguna diferencia con respecto a esta situación en lo expuesto en el video de la actividad anterior?
F) ¿Las invasiones inglesas fueron parte de una estrategia planificada por el gobierno británico? Desarrollar.
G) ¿Cuál fue la respuesta de los pobladores de la región del Río de La Plata ante la presencia de los ingleses en Buenos Aires?
H) ¿Qué política propuso el Foreign Office (averigua que es!!!) para acentuar la presencia británica en la región del Río de La Plata?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La división internacional del trabajo es aquella que corresponde al proceso de producción global entre países y regiones, mediante la especialización en la elaboración de determinados bienes. Es parte de un proceso más general de la economía moderna; la división del trabajo es una de las modalidades de la O.N.U (Organización de las Naciones Unidas) hace mucho tiempo, no había ningún centro político que tomara decisiones técnicas sobre la conveniencia de especializar ciertas regiones en la producción de determinados bienes. Esta situación cambió notablemente a partir de la colonización de gran parte del mundo por las potencias de Europa, que le asignaron a las colonias el papel de productores de materias primas, llamadas originalmente frutos del país.
A medida que América fue lentamente descolonizándose del mundo entre el siglo XIX y mediados del siglo XX, las decisiones económicas sobre el mejor modo de dividir la producción mundial fueron pasando a los grandes grupos empresarios y financieros. En el año 1855, fueron principalmente las empresas multinacionales, responsables del 75 % de la producción mundial, las que toman las decisiones fundamentales sobre la división internacional del trabajo.