¿A qué se le conoce como el final del modo de vida novohispano?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La sociedad novohispana


El siglo XVII novohispano fue escenario de las mezclas raciales más inverosímiles entre blancos, indígenas y negros lo que, más allá del tono de la piel, se extendió a las costumbres y culturas, dando origen a una auténtica mezcla barroca que se manifestó en la vida cotidiana en la forma de fiestas, ritos y supersticiones, a pesar de la hegemonía de la Iglesia católica y la predominancia de los peninsulares en todos los rangos sociales y políticos. La riqueza que se experimentó al final de esa centuria en el virreinato, junto con las ideas ilustradas llegadas de Europa, detonaron el cambio hacia una nueva arquitectura social, que vio su mayor expresión a mitad del siglo XIX con el laicismo del Estado.

La época virreinal, que se inició con el siglo XVI tras la conquista española, dio origen a una especial forma de ver la vida: enmarañada, compleja y barroca. Los elementos básicos que conformaron la nueva sociedad fueron las razas que se enfrentaron en la conquista: blanca española, indígena americana, y posteriormente, negra africana. Las mezclas naturales que se dieron entre ellas, en las que se combinaban no sólo el color sino las costumbres, la cosmovisión y la idiosincrasia de cada una, llevaron a la Nueva España a experimentar un caleidoscopio social reflejado en la vida cotidiana, donde la sangre española era la que ejercía el poder civil, eclesiástico y militar.
Los tres siglos de virreinato estuvieron marcados por distinciones basadas en las diferencias raciales, que formaban una pirámide cuya base eran los indígenas, los negros y las mezclas entre estas razas. Los negros, tratados como esclavos, estaban destinados a los trabajos más ingratos, como la producción minera o azucarera. Los indígenas trabajaban las tierras y eran mano de obra en todo tipo de construcciones. Entre ambos, negros e indígenas, había una diferencia notable que radicaba en la existencia del alma que poseían sólo los segundos, y la obligación que había adquirido la corona española con el Papa, a partir del encuentro con América, de evangelizar a los naturales de los nuevos lugares que, por su parte, la máxima autoridad católica les había concedido en propiedad.
Respuesta:
El siglo XVII novohispano fue escenario de las mezclas raciales más inverosímiles entre blancos, indígenas y negros lo que, más allá del tono de la piel, se extendió a las costumbres y culturas, dando origen a una auténtica mezcla barroca que se manifestó en la vida cotidiana en la forma de fiestas, ritos y supersticiones, a pesar de la hegemonía de la Iglesia católica y la predominancia de los peninsulares en todos los rangos sociales y políticos. La riqueza que se experimento al fina de esa centuria en el virreinato, junto con las ideas ilustradas llegadas de Europa, detonaron el cambio hacia una nueva arquitectura social, que vio su mayor expresión a mitad del siglo XIX con el laicismo del Estado.
Explicación:
listo