Historia, pregunta formulada por sharinaramirez9, hace 8 meses

a qué se le conoce como edad mortal​


c969353: la reina isavel

Respuestas a la pregunta

Contestado por Usuario anónimo
2

Respuesta:

Término que se refiere a la cualidad o el estado de mortal (destinado a morir). En el campo de la medicina, este término también se usa para la tasa de muertes, tasa de mortalidad o el número de defunciones en cierto grupo de personas en determinado período. Es posible notificar la mortalidad de personas con cierta enfermedad, que viven en un área del país o que son de determinado sexo, edad o grupo étnico.

Explicación:

espero que te ayude

Contestado por espepazmino
1

Respuesta:

Explicación:

Síntomas presentes durante una enfermedad mortal

Por Elizabeth L. Cobbs , MD, George Washington University;

Karen Blackstone , MD, George Washington University;

Joanne Lynn , MD, MA, MS, Altarum Institute

Última revisión completa oct. 2019

HACER CLIC AQUÍ PARA LA VERSIÓN PARA PROFESIONALES

Muchas enfermedades mortales se acompañan de síntomas similares, como dolor, ahogo, trastornos digestivos, incontinencia, deterioro cutáneo y agotamiento. También pueden manifestarse depresión y ansiedad, confusión y pérdida del conocimiento y discapacidad. Estos síntomas, por lo general, se pueden anticipar y tratar.

Dolor

Existe un sentimiento generalizado de temor al dolor a la hora de afrontar la muerte. Sin embargo, casi todas las personas pueden sentirse mejor y la mayoría incluso pueden permanecer despiertas y en contacto con el mundo. No obstante, una terapia contra el dolor muy agresiva suele causar inevitablemente sedación o confusión.

El médico elige el tipo de tratamiento del dolor (analgésico) dependiendo principalmente de la intensidad y de las causas del dolor; la intensidad se determina mediante la observación del afectado y las indicaciones de éste. Para aliviar el dolor leve suelen ser suficientes la aspirina (ácido acetilsalicílico), el paracetamol (acetaminofeno) o un medicamento antiinflamatorio no esteroideo (AINE). No obstante, para tratar el dolor más intenso, se necesitan, en muchos casos, analgésicos de acción más potente, como los analgésicos opiáceos. Los opiáceos orales, como la oxicodona, la hidromorfona, la morfina y la metadona, o los sublinguales, como el fentanilo, alivian el dolor suficientemente y de modo efectivo durante horas. Si no es posible administrar los opiáceos por vía oral o sublingual, se administran a través de parches transdérmicos, inyección subcutánea, intramuscular, enema o infusión continua intravenosa (venoclisis).

Desde el primer momento debe administrarse una medicación adecuada, sin esperar a que el dolor se haga insoportable. No existe una dosis habitual. Algunas personas necesitan solo pequeñas dosis, mientras que otras necesitan grandes dosis para conseguir el mismo efecto. Cuando una pequeña dosis de analgésico opiáceo se muestra insuficiente, el médico debe aumentarla, normalmente duplicándola. El uso regular de opiáceos puede producir dependencia, pero esto no causa problemas en las personas agonizantes salvo la necesidad de evitar la interrupción brusca del tratamiento y los síntomas de malestar que produce. La adicción al fármaco deja de ser un problema en personas cuya muerte está próxima.

Los opiáceos pueden causar efectos adversos como náuseas, sedación, confusión, estreñimiento o respiración lenta o superficial (dificultad respiratoria). La mayoría de estos efectos adversos, salvo el estreñimiento, suelen remitir con el tiempo o cuando se substituye el opiáceo administrado por otro. El estreñimiento a menudo se puede minimizar comenzando la administración de laxantes incluso antes de la de opiáceos. A veces los opiáceos pueden causar confusión mental y convulsiones. Cuando la persona sufre efectos adversos graves o persistentes o no se consigue aliviar su dolor, deberá ser tratada por un especialista en dolor.

El tratamiento simultáneo con opiáceos y otros fármacos aumenta, en algunos casos, la sensación de alivio y reduce las dosis de opiáceos y sus efectos secundarios. Los corticoesteroides (como la prednisona o la metilprednisolona) pueden reducir el dolor debido a la inflamación o la hinchazón. Los antidepresivos (como la nortriptilina y la doxepina) o la gabapentina contribuyen al tratamiento del dolor causado por trastornos nerviosos, medulares o cerebrales. Algunos antidepresivos como la doxepina pueden ser administrados durante la noche para ayudar al afectado a dormir mejor. Las benzodiazepinas (como el lorazepam) son eficaces en personas cuyo dolor empeora por su estado de ansiedad.

Para el tratamiento de dolor localizado en un punto, la inyección de un anestésico local en un nervio o en su zona próxima (un «bloqueo nervioso») administrada por un anestesiólogo (un médico especializado en el alivio del dolor y en la asistencia del paciente durante una intervención quirúrgica), puede aliviar el dolor con muy pocos efectos secundarios.

Las técnicas de modificación del dolor (como la imaginación guiada, la hipnosis, la acupuntura, la relajación y la biorretroalimentación) pueden ser eficaces para algunas personas. También el asesoramiento psicológico para combatir el estrés y la ansiedad puede ser beneficioso, así como el confort espiritual proporcionado por un sacerdote.

Otras preguntas