A que se denomina presidencia funcionales y porque
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:uando los liberales porteños –encabezados por Bartolomé Mitre– resultaron victoriosos frente a la Confederación, el presidente Santiago Derqui debió renunciar. El Congreso nacional se disolvió y su vicepresidente, Esteban Pedernera, delegó el mando en el gobernador de la provincia vencedora. Mitre quedó, entonces, encargado del Poder Ejecutivo nacional. El 12 de octubre de 1862, el porteño Bartolomé Mitre asumió la presidencia de la Nación.
A los seis años, le sucedió el sanjuanino Domingo Faustino Sarmiento. En 1874, Nicolás Avellaneda, nacido en Tucumán, llegó al poder. El lugar de nacimiento de cada uno de ellos da cuenta de la construcción de una dirigencia nacional, que reemplazó a los políticos y los caudillos locales y regionales.
Esta etapa se conoce como el período de las presidencias fundacionales. Su objetivo consistió en organizar el Estado nacional, que aún no se había consolidado. Por ejemplo, la Corte Suprema de Justicia –uno de los tres poderes que caracterizan a la forma de gobierno republicana– aún no estaba conformada. Esto se debía a problemas políticos y a carencias materiales: se necesitaban recursos económicos y hombres capacitados para ejercer cargos administrativos. Por eso, los letrados–abogados, periodistas, médicos y curas del alto clero–, así como aquellos que pertenecían a familias reconocidas pasaron a ocupar funciones en el Estado y se destacaron en la política.
Muchas leyes debieron promulgarse para cumplir con el objetivo de organizar el Estado nacional. Se estructuró el Poder Judicial y se sancionó el Código Civil, vigente en la actualidad. En este texto, Dalmacio Vélez Sarsfield sistematizó las leyes que ordenaban a la sociedad, muchas de ellas vigentes desde la época colonial. De manera similar, se sancionaron el Código Penal y el de Comercio. También se establecieron normas referidas a la economía, la población y la educación.
Para hacerlas cumplir, el Estado nacional debía contar con el control de la fuerza pública. Por ese motivo, se tomaron medidas para organizar el Ejército y profesionalizar el cuerpo de oficiales. Ése fue el brazo armado por medio del cual la autoridad central se impuso sobre los dirigentes provinciales que no querían reconocerla.
Al término de este período, el Estado se había consolidado luego de un proceso nada sencillo. Sin embargo, a pesar de que los liberales habían logrado imponerse en 1862, quedaban en pie problemas y resistencias de muy difícil solución.
Los conflictos internos e internacionales
Fueron varios los enfrentamientos que los hombres del interior llevaron a cabo contra el gobierno nacional. Caudillos como el riojano Ángel Chacho Peñaloza o el catamarqueño Felipe Varela contaron con la adhesión de otros dirigentes y de un sector del pueblo. El reclamo se debía a que en muchas provincias se vivía en condiciones de pobreza absoluta. El pueblo veía en los caudillos una defensa contra los abusos del poder central. Resistían, así, a lo que consideraban un atropello a las autonomías provinciales.
Durante la presidencia de Bartolomé Mitre, los levantamientos fueron duramente reprimidos. Lo mismo sucedió en el gobierno de Domingo F. Sarmiento con Ricardo López Jordán. Este caudillo entrerriano –antiguo lugarteniente de Urquiza–, desencantado con la política conciliadora, realizó tres revoluciones para tomar el poder en su provincia.
Las rebeliones internas no fueron los únicos obstáculos; se combinaron con una guerra internacional. En pleno proceso de organización, el gobierno argentino, aliado con Uruguay y el Brasil, participó en una guerra contra el Paraguay, que se prolongó durante cinco años. La Triple Alianza unió en un tratado a la Argentina, Uruguay y el Brasil contra Francisco Solano López, el presidente paraguayo.
Las razones del enfrentamiento fueron diversas: fronteras que todavía no estaban delimitadas, ambiciones territoriales, intereses económicos y comerciales. Bartolomé Mitre dirigió el Ejército, mientras que las fuerzas navales eran comandadas por los brasileños. Pese a lo previsto, el conflicto se extendió más allá de su gobierno. Finalmente, durante la presidencia de Sarmiento, finalizó la contienda. El Paraguay fue derrotado y perdió gran parte de su población. La resolución del conflicto llevó a que se fijara el límite entre la Argentina y el Paraguay, y que la Argentina incorporara parte de la zona chaqueña.
La guerra fue muy impopular. Los recursos que se gastaron en ella llevaron a abandonar tareas básicas, como la defensa de la frontera con los indígenas y la realización de obras imprescindibles.