a que se debio que nanaotzi fue el que se convirtio en sol
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
los dioses se formaron en dos filas, formando una especie de avenida que conducía al brasero divino. Cada candidato debía correr entre las dos filas y lanzarse a las llamas. Tecciztécatl lo intentó en vano en cuatro ocasiones, pero todas las veces le faltó valor. El pobre de Nanahuatzin, más valiente, se lanzó a la primera, ganando así la prueba. Su rival, azuzado por la vergüenza, lo siguió a las llamas, cuyo ardor había disminuido. Un águila y un jaguar se lanzaron tras él, de donde la costumbre de llamar a los guerreros valientes “águilas-jaguares”.
12Vino entonces un largo momento durante el cual los dioses esperaban la primera aurora. Finalmente el cielo comenzó a clarear por todas partes y los dioses se preguntaron en qué dirección saldría el sol. Quetzalcóatl, Tótec y los innumerables Mimixcoa, así como cuatro diosas fueron los pocos que adivinaron que saldría por el este.
13Al fin, Nanauatzin, convertido en el sol, apareció resplandeciente. Pronto le siguió Tecciztécatl, convertido en la luna. Los dos astros brillaban casi lo mismo uno que el otro. Los dioses estaban tan sorprendidos que uno de ellos lanzó un conejo a la cara de la luna, que perdió así brillantez.
14Pero ni el sol ni la luna tenían fuerza para moverse. Los dioses decidieron entonces que era preferible dar su vida para animar al sol que vivir miserablemente entre el pueblo común. Ehécatl, el viento, se encargó de sacrificarlos, uno tras otro. El último fue Xólotl, quien, para tratar de escapar a la muerte, se transformó inútilmente en un tallo de maíz doble llamado xólotl, en un agave doble llamado mexólotl y en un batracio llamado axólotl.
15Una vez muertos todos los dioses, el sol seguía inmóvil, pero entonces el viento, soplando con violencia, lo forzó a entrar en movimiento. La luna se quedó atrás, y desde entonces ambos astros caminan separadamente.
Explicación: