A partir de cuando se da mayor empuje a nivel globalizado
Respuestas a la pregunta
Respuesta:interrelación del medio local con los nuevos espacios de la globalización (vinculación nada nueva, tal vez sólo más evidente dada su difusión e intensidad), ha supuesto un nuevo escenario para el mercado de trabajo, que juega un rol clave como mediador en las relaciones entre competitividad económica y cohesión social en naciones, ciudades y regiones(13). Sin duda, junto a esto se haya el papel que el empleo ha jugado en la construcción de las sociedades modernas. En efecto, el mercado de trabajo tiene la capacidad de transmitir los impactos externos de la economía y de los procesos de reestructuración interna a las perspectivas de empleo, ingresos y calidad de vida, tanto de los individuos como de los distintos colectivos o comunidades.
Sobre la base de conceptos como competitividad, flexibilidad, desregulación y reingeniería, el desarrollo de las transformaciones del empleo ha tenido dos vertientes fundamentales: los procesos de reestructuración económica (reconversión industrial y reestructuración productiva) y las reformas políticas, asociadas principalmente a la regulación de las relaciones laborales.
La revolución tecnológica ha permitido a las empresas innovar, abrirse a nuevos mercados internacionales e impulsar transformaciones en la organización del sistema productivo, lo que ha afectado tanto a la oferta como a la demanda de trabajo: el volumen de puestos de trabajo en muchos casos se ha reducido(14), hay un cambio sustancial en el nivel de formación y el tipo de cualificación requerida por las empresas a los trabajadores. Así se configuran nuevos patrones de distribución de la fuerza de trabajo, a menudo en función de las nuevas estrategias espaciales de las empresas, basadas en la segmentación y descentralización de procesos.
Una de las ideas que ha demostrado tener mucha fuerza es la noción de flexibilidad. Al mismo tiempo que se ha acentuado la globalización, en países como España y algunos países miembros de la Unión Europea, se ha promovido un proceso de desregulación del mercado de trabajo. Así, en el caso del estado español el paquete de medidas que reformaron el mercado de trabajo en 1994 contempló, como uno de sus objetivos, la consecución de una mayor flexibilidad en las relaciones laborales individuales(15). Las reformas afectaron diversos aspectos del mercado laboral relacionadas con la flexibilidad (creación de las empresas de trabajo temporal y contratos de aprendizaje, por ejemplo), medidas que si bien han dinamizado las relaciones laborales, también han generado nuevos instrumentos de precariedad laboral.
Por otra parte, a lo anterior se suma el problema del desempleo, que ha jugado un rol decisivo. Ha impelido con fuerza a las administraciones públicas a preocuparse por el tema de manera permanente, motiva y articula gran parte del discurso y la práctica política, renueva el interés de los investigadores y afecta a las personas. Así, la problemática global del empleo ha concentrado gran parte de los análisis en su vertiente menos satisfactoria y más preocupante desde el punto de vista de sus impactos sociales, económicos y psicológicos. Sin duda, el desempleo representa uno de los grandes problemas aún no resueltos, tanto en la esfera de los países desarrollados como en los países del llamado tercer mundo, y que todavía exige atención "por tres razones fundamentales: el incesante progreso tecnológico, la importancia del cambio social y económico asociado al mismo, y la persistencia de un desempleo generalizado, especialmente en Europa"(16).
En conjunto, lo que resulta es un complejo factor de debilidad del "pacto capitaltrabajo"(17), mayor precarización de la condición trabajadora(18) y una mayor segmentación del mercado de trabajo. El empleo/desempleo(19) corresponde a un tema transversal cuyas implicaciones se inscriben tanto en la esfera de las relaciones sociales y económicas como en el ámbito de las interacciones políticas y territoriales. Por tanto, la magnitud del problema, los rasgos de ser un fenómeno de carácter estructural más que un simple desajuste coyuntural y el contexto de profundas transformaciones sociales, han dado lugar a la discusión en torno al desarrollo de una crisis de la "sociedad del trabajo"(20) o de la "sociedad salarial"(21).
El modelo de desarrollo(22) difundido internacionalmente, parecía ser deseable y posible, sobre la experiencia del .
Explicación: