a nivel político cómo quedó organizado los territorios conquistados.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Virreinato de Nueva España: fue el actual país de México, los estados de California, Nuevo México, Arizona, Texas, Nevada, Florida, Utah y parte de Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma en Estados Unidos que hasta 1848 pertenecieron a México y fueron tomados a este país en la guerra conocida como la intervención estadounidense en México (Florida fue cedida por España a los Estados Unidos mediante el tratado de Adams-Onís durante la Guerra de independencia de México). España mantuvo bajo su control estos territorios desde 1519 hasta 1821. Sin embargo, es necesario recordar que la independencia de Nueva España fue iniciada en 1810 y declarada formal y legalmente por el Congreso de Chilpancingo en 1813 bajo el nombre de América Septentrional. El período entre ese año y la fecha de consumación de la independencia de México (1821) eran concebidos por el Congreso como una lucha contra la metrópoli y por el reconocimiento internacional de la nueva nación. Es preciso aclarar que territorios significativos que formaron parte del Imperio español, y ubicados en Norteamérica, fueron habitados por pueblos originarios que no formaron parte del sistema colonial europeo, hasta ser incorporados el siglo XIX por los nacientes estados americanos tras sufrir procesos de limpieza étnica.
Capitanía General de Guatemala: comprendía los territorios de Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica y el estado mexicano de Chiapas. Declaró su independencia en 1821 y, después de ser parte del Primer Imperio Mexicano (salvo Chiapas), proclamó su independencia absoluta el 1 de julio de 1823.
Luisiana española: cedida por Francia, España la mantuvo poco tiempo en su poder, desde 1762 hasta 1801. Incorporaba territorios de los actuales estados de Luisiana, Arkansas, Oklahoma, Kansas, Nebraska, Dakota del Sur, Dakota del Norte, Wyoming, Montana, Idaho, Minnesota, Misuri y Iowa. La mayor parte de estos territorios nunca fueron efectivamente controlados por España y permanecieron en poder de los pueblos originarios hasta el siglo XIX.
Capitanía General de Venezuela: también llamada Reino de Venezuela, comprendía Los territorios de la actual Venezuela, Guyana, Trinidad y parte de Colombia.
Virreinato de Nueva Granada: los actuales países de: Panamá, Colombia y Ecuador.
Virreinato del Perú: el actual Perú, parte de Bolivia, Ecuador, Colombia, Chile y Brasil.
Virreinato del Río de la Plata: los actuales países de Argentina (la Patagonia oriental es considerada por algunas fuentes como parte del virreinato y por otras como perteneciente a la Capitanía General de Chile), Paraguay, Uruguay y parte de Bolivia. España nunca controló la totalidad de la pampa, el Chaco, ni la Patagonia, que permanecieron bajo el dominio de los pueblos originarios hasta el siglo XIX.
Capitanía General de Chile: también llamada Reino de Chile, y en un inicio Nueva Extremadura, núcleo del actual Chile (para algunas fuentes también la Patagonia oriental). España nunca controló mayormente la mitad sur de Chile ni la Patagonia, que permaneció bajo el dominio de los Mapuche y otros pueblos originarios hasta comienzos del siglo XIX.
Territorios Insulares: los actuales países de Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Bahamas (hasta 1670), Antigua y Barbuda (desde 1493 hasta 1632), Trinidad y Tobago, Granada (desde 1498 hasta 1674), Jamaica (hasta 1655), San Cristóbal y las Nieves (Saint Kitts y Nevis), Dominica (desde 1493 hasta 1783), Barbados (desde 1518 hasta 1624), Santa Lucía (desde 1504 hasta 1654).
Causas
Económicas: el surgimiento del mercantilismo, así como la necesidad de encontrar una ruta alternativa para el comercio de las especias y de la seda, procedente de las "islas de las especias", las Molucas, que había sido bloqueada por los turcos con la toma de Constantinopla en 1453, controlando totalmente la ruta de la seda, tanto interior, como la ruta marítima.
Culturales: con el Renacimiento, en la sociedad europea algunos sugerían la esfericidad de la Tierra, y la proliferación de comerciantes provocó la proliferación de leyendas y crónicas exageradas (viajes de Marco Polo, leyenda del Preste Juan), que causaron un gran interés por lo desconocido en la Europa de la época, junto con el espíritu aventurero hacia el Lejano Oriente.