A dónde nos lleva como sociedad y mundo estas ideas de consumismo desmedido, somos conscientes de la cantidad que consumimos y la cantidad de basura que generamos?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El consumo de productos, servicios y bienes es un hecho habitual. Pero nuestra sociedad está envuelta, más que en el consumo, en el “consumismo” o sobreconsumo que nos empuja a adquirir más y más cosas. Esta tendencia, de la que depende en gran medida el actual sistema económico, tiene graves consecuencias para la salud del planeta y la nuestra.
Greenpeace ha sido parte activa de numerosas batallas ambientales en defensa de los límites planetarios. Cada vez son más evidentes los impactos debidos al cambio climático y la pérdida de biodiversidad y el consumo aparece como un elemento recurrente en la crisis actual. Existe la necesidad urgente de cambiar la manera en la que consumimos.
Explicación:
Respuesta:
hola
El consumo de alimentos provenientes de la agricultura y ganadería industrial también tiene graves implicaciones. La ganadería es la responsable de la emisión del 14% de los Gases de Efecto Invernadero. Además, el modelo de ganadería industrial, se rige por la obtención de beneficios rápidos, que también significa talar bosques para producir piensos y pastos para engordar rápidamente al ganado. Se prevé que el consumo mundial de carne aumente en más de un 75% en 2050, unas cifras insostenibles para el planeta. Al mismo tiempo, el consumo de pescado está creciendo a un ritmo mayor que la tasa de población mundial. Los océanos continúan siendo explotados de forma desenfrenada y los stocks pesqueros se encuentran bajo una enorme presión. Ante esta crisis cada vez son más las personas interesadas en demandar que el pescado que compran sea sostenible y que no esté involucrado en actividades ilegales.
También tienen graves efectos sobre el planeta las prácticas llevadas a cabo por la industria tecnológica que, con su obsolescencia programada, promueve la sustitución frente a la reparación, ocasionando el agotamiento de los recursos naturales y toneladas de residuos peligrosos.
El impacto de la ropa con la que nos vestimos a diario es cada vez mayor en la salud del planeta. Cada año se fabrican 100 mil millones de prendas de ropa. De media, cada persona compra un 60% más de artículos de vestir que hace 15 años y los conserva la mitad de tiempo. La moda rápida o “fast fashion” ha convertido la ropa en objetos de usar y tirar, generando un grave problema de uso de materias primas y de generación de residuos.
Las garras del consumismo atacan a todos los entornos y sectores, desde el papel a los cosméticos pasando por la industria alimentaria, con graves consecuencias para, por ejemplo, los “pulmones” del planeta: las selvas tropicales de Indonesia, la Amazonia o los bosques boreales que están siendo arrasados para la producción papelera, de soja, aceite de palma, pañuelos o papel higiénico; de ahí que sea crucial contrarrestar esta destrucción con una mentalidad sostenible, libre del consumo de los productos procedentes de las industrias que acaban con el patrimonio natural mundial, regional y local.
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