a. «Como el ave impelida por el huracán a las pampas
abrasadas intenta en vano sesgar su vuelo hacia el
umbroso bosque nativo, y ajados ya los plumajes
regresa a él después de la tormenta y busca inú-
tilmente el nido de sus amores».
¿A qué se refiere el autor con este texto?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
. En los tres primeros párrafos, Efraín constata que durante todo el capítulo nos moveremos en un entorno de recuerdos, de añoranza ante la partida inminente. Esto es evidente por referencias como: “última noche pasada en el hogar”, “¡no volveré a aspiraros!”, “¡no volveré a oíros!” o “él debía medir las de la última que pasé en la morada de mis mayores”.
2. El cuarto párrafo está marcado por el sueño que le transporta a un acercamiento con María. Destaca sobre el resto del capítulo, porque es el único párrafo que pone unas notas de color al texto, de alegría y felicidad.
3. El quinto y último párrafo supone el despertar de ese sueño y volver a la tormentosa lacerante y realidad.
Así pues, el fragmento concluye en una triste realidad. Realidad que abriga ese sueño que revitaliza el alma muerta de Efraín: “la realidad lo turbaba como si aquel instante hubiese sido un siglo de dicha”, “ese castísimo delirio había sido y debía continuar siendo el único deleite de mi alma”.
Al tratarse de una despedida con delicadas e infinitas pinceladas de nostalgia, donde crecen a borbotones, como la espuma, los recuerdos, es evidente que ha de aparecer el tiempo pasado, expresado sobre todo con las formas verbales adecuadas y el recuerdo de alguien que ya no está.
El empleo de numerosas referencias temporales es fundamental en una historia donde el tiempo ha hecho mella en sus protagonistas, ha quebrantado la ley todopoderosa del amor: “última noche pasada en el hogar”, “la media noche”, “dio las dos el reloj”, “penetraba el frío de la madrugada”, o fórmulas como: “en las horas de mi sueño”, “después de la tormenta”, “tantas veces”, “después de…”, “mientras leía…”, “mientras le orlaba”… La mayoría de ellas tienen esas connotaciones negativas: “última noche pasada en el hogar”, “dio las dos el reloj; él había medido también las horas de aquella noche angustiosa, víspera de mi viaje”, “la media noche me halló velando en mi cuarto”, donde el reloj tiene un papel importante, pues fue el que midió las últimas horas de María. Con esta información deducimos que Efraín pasa, al menos, dos horas en la casa de sus padres.
Sin embargo, respecto al resto de la novela, en capítulos anteriores a la muerte de María, el tiempo tiene otras connotaciones. Entonces, ¿por qué ese cambio, justo en ese momento? Evidentemente, la muerte de María ha trastocado a Efraín de tal modo que él ha muerto con ella. El tiempo se ha parado para él con la marcha inevitable de su amada.
Explicación: