Religión, pregunta formulada por dipagonidavid, hace 5 meses

8. El aceptar, en la obediencia, es:
a. Respetar incuestionablemente al otro
b. No pensar a menudo en lo que mandan
c. Considerar como nuestras las decisiones de
otro
d. Aceptar solamente aquello que a mí me
conviene​

Respuestas a la pregunta

Contestado por malejandratrianaa24
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Respuesta:

En esto de obedecer, yo, tu Ordenador, si creo que te puedo  dar  lecciones. ¿Fallo alguna vez a lo que me mandas? Si me das las  órdenes  correctas, ahí estoy yo sumiso, sin voluntad propia, ciegamente servil. Eres tú más bien el que se equivoca en algunas órdenes que me das. Estoy orgulloso de ello.

Pero sospecho que mi obediencia no es la obediencia con que deben  obsequiarse unas a otras las personas humanas. Yo actúo  sin  motivos,  sin razones. Si fuera capaz de ello, no sería Ordenador, sería persona.

Las personas vivís en sociedad. Y sociedad es la familia, el  colegio, la ciudad, la nación a que perteneces. ¿Te imaginas una sociedad sin  autoridad? Es necesaria la autoridad. No hay más que ver cómo los  jóvenes, tan propensos a rechazar la autoridad establecida, os inventáis otros tipos de autoridad. Buscáis quien os mande y os sometéis servilmente.  Obedecéis al cabecilla de la pandilla, al líder de turno, a las modas.

¿Quieres saber qué es la obediencia para una persona?

Obedecer es aceptar y ejecutar, como decisiones propias,  las  indicaciones de quien tiene y ejerce la autoridad, siempre que no se  oponga  a la justicia.

Datos a tener en cuenta:

Aceptar, en la obediencia, es considerar como tuyas las decisiones  de otro.

Autoridad es la persona puesta para  mandar, ordenando los derechos de todos y procurando el bien de la sociedad o de las diversas sociedades  a las que tú puedas estar incorporado.

Ejecutar es hacer con prontitud lo que te mandan, poniendo interés por interpretar bien la voluntad del que manda.

La autoridad, si como humana que es, se sobrepasa en  sus  facultades, no debe ser obedecida en sus abusos o errores.

La obediencia no se opone a la libertad. Es verdad que el que  obedece se somete a la voluntad de otro. Pero lo hace en virtud de  una  decisión libre, motivada por unos valores superiores.

El primero de estos motivos es la autoridad misma, cuyo fundamento está  en la justicia. Otras razones pueden ser, y de hecho son,  la paz, la armonía, la eficacia, el respeto a los derechos de los demás,  el bien común.

Explicación:

Contestado por neudyportelita
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c. Considerar como nuestras las decisiones de otro

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