7.Qué importancia tiene la lectura en la formación de Francisco Vera y por qué?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
por el enfoque en la pobreza y promover mas cosas sobre la economía mas en Perú
Explicación:
Espero a verte ayudado
Respuesta:
Su nombre completo es Francisco Javier Vera Manzanares y el pasado 18 de julio cumplió 11 años. Vive en Villeta (Cundinamarca) con su mamá y su abuela en una casa rodeada de árboles y pajaritos. Tiene un perrito criollo que se llama Pinky y un gato que se llama Foucault, como el célebre filósofo francés. “Mi mamá quiso ponerle Habermas —como el célebre filósofo alemán—, o Pinky Habermas, pero solo reaccionaba cuando lo llamaban así: Pinky”.
El gato negro, Foucault, era de su tía Camila Manzanares, quien se lo llevaba a las marchas contra el toreo y contra la sistemática persecución hacia los líderes sociales y quien lo motivó a convertirse en animalista y en feminista y en defensor de la Tierra y de los derechos humanos desde que tenía cinco años. Una tía que le regaló un gato y que cumple un papel fundamental en su historia.
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Hablar sobre los más grandes pensadores de la humanidad es algo cotidiano en su casa. Ha crecido oyendo hablar sobre ellos y leyendo sus biografías y obras y escuchando los discursos de Jorge Eliécer Gaitán en YouTube y viendo las plenarias del Congreso y los debates de la campaña a la Presidencia de la República. Pero también se entretiene con videojuegos. Francisco tiene muchos juguetes, entre esos, un telescopio, un microscopio y una biblioteca tupida de libros.
Por estos días lee: ‘Todos deberíamos ser feministas’, de la nigeriana Chimamanda Ngozi y ‘Pa’ que se acabe la vaina’, del escritor tolimense William Ospina.
“Lo que más ha influido en mi activismo por la defensa de la vida y el medio ambiente es poder vivir en el contexto verde y rural en el que vivo. He crecido en medio de patos, piscos, cabras, cultivos de yuca, plátano y tomate”, dice.
Basta escribir su nombre en Google para hacerse una idea sobre él: ‘Ni comemos dinero ni bebemos petróleo: niño ambientalista’, ‘El niño que enfrentó al Senado por sus daños al medio ambiente’, dicen algunos titulares de prensa de medios colombianos.
Sí le digo al columnista que no use a los niños para deslegitimar una causa que es válida
Aunque también ha salido en medios internacionales como Reuters, RT, Univisión y Al Jazeera. Todos, sorprendidos por la historia de ese niño de 1,30 metros de estatura que se desenvuelve como el más virtuoso de los oradores —con léxico de profesor de biología o de experto ambientalista— aterrado porque el plazo para salvar al planeta en el que vive se está acabando.
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