7. ¿Cuál fue la importancia de la invención de la moneda para la revolución industrial?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
moneda es una pieza de un material resistente, de peso y composición uniforme, normalmente de metal acuñado en forma de disco y con los distintivos elegidos por la autoridad emisora, que se emplea como medida de cambio (dinero) por su valor legal o intrínseco y como unidad de cuenta.[1] También se llama moneda a la divisa de curso legal de un Estado. Su nombre en lenguas romances proviene del latín moneta, debido a que la casa en donde se acuñaban en Roma estaba anexa al templo de Juno Moneta, diosa de la Memoria, encontrándose esta actividad bajo su protección.[2][3] La ciencia que estudia y clasifica las monedas físicas, metálicas o de material similar, se denomina numismática.
El lugar donde se realiza la acuñación de monedas se le conoce con el nombre de ceca o casa de moneda. El nombre proviene de una voz del árabe clásico (sikkah), que significa troquel.[4]
Por extensión, también se considera moneda al billete o papel de curso legal.
Historia
Antecedentes
Artículo principal: Trueque
El trueque es el intercambio de objetos o servicios por otros equivalentes, y se diferencia de la compraventa habitual en que no intermedia el dinero en la transacción.[5] Este sistema presentaba dificultades para las transacciones, por lo cual comenzaron a aparecer distintas formas de «mercancías-moneda» como unidad de cuenta. Estas mercancías como medio de pago tampoco eran prácticas, ya que muchas eran perecederas, y eran difíciles de acumular. Como solución se sustituyeron pronto por objetos o materiales realizados en metales preciosos. [cita requerida] Estos metales preciosos tomaban muchas formas dependiendo del lugar, por ejemplo ladrillos (lingotes), aros, placas, polvo, navajas o cuchillos. Por razones prácticas y de uniformidad se adoptó la forma circular, en forma de discos de diferentes tamaños pero fácilmente transportables. Nace de esta manera la moneda.
En Mohenjo-Daro y Harappa, actualmente en Pakistán, se han encontrado sellos fechados entre 2500 a. C. y 1750 a. C., pero no es seguro que hayan sido monedas. Las primeras monedas fueron impresas entre el siglo VII-VI a. C. y el siglo I d. C.[6]
Ya en el año 1100 a. C. circulaban en China miniaturas de cuchillos de bronce, hachas y otras herramientas utilizadas para reemplazar a las herramientas verdaderas que servían de medio de cambio. En 1979 y 1980 fueron descubiertas algunas monedas del antiguo reino de Loulan, que al parecer datan del período Mesolítico.
Primeras monedas
Artículo principal: Lidia
Moneda del siglo VI a. C. 1/3 de Estátera: anverso y reverso.
Tetradracma de Atenas, siglo V a. C. En el anverso, efigie de Atenea, diosa epónima de la ciudad. En el reverso, la lechuza de Atenas.
Las primeras monedas acuñadas con carácter oficial fueron hechas en Lidia, (hoy Turquía), un pueblo de Asia Menor, aproximadamente entre los años 680 y 560 a. C. Fue probablemente durante el reinado de Ardis de Lidia cuando los lidios empezaron a acuñar moneda, aunque algunos numismáticos han propuesto fechas anteriores o posteriores, como el reinado de Giges de Lidia o el de Creso «El Opulento». Estas acuñaciones llevan como símbolo heráldico un león representando a la Dinastía Mermnada a la cual pertenecían los reyes. La pieza fue acuñada en electrum (aleación natural de oro y plata) y con un peso de 4,75 gramos y un valor de un tercio de Estátera.
Después de la experiencia de Lidia comenzaron a acuñarse monedas por orden de Darío de Persia, luego de la conquista de Lidia, y posteriormente en Grecia.
El historiador norteamericano Will Durant asegura que «Senaquerib Rey de Asiria (hacia 700 a. C.) acuñó monedas de medio siclo».
Posteriormente, las monedas proliferaron rápidamente en todos los países desarrollados del mundo. Tanto los monarcas como los aristócratas, las ciudades y las instituciones empezaron a acuñar dinero con su sello identificativo para certificar la autenticidad del valor metálico de la moneda.
Algunas de las primeras monedas tenían una composición muy estable, como es el caso del dracma emitido en Atenas en el siglo VI a. C., con un contenido en torno a los 65-67 gramos de plata fina, o como la redonda moneda china, qian, de cobre. Sin embargo, las monedas siempre se limaban o recortaban para sacar el metal precioso que contenían por lo que las autoridades que las emitían estaban tentadas a rebajar la acuñación asegurándose beneficios a corto plazo al reducir el contenido de metales preciosos. Las monedas de baja calidad de bronce o cobre eran, de hecho, dinero fiduciario cuyo valor dependía principalmente del número de monedas de oro o cobre por las que se podían intercambiar. Las monedas de oro y plata solían circular fuera del país que las emitía dado su valor intrínseco; así, el peso de plata español, cuyo material provenía de las minas del Perú y de México, se convirtió en una moneda de uso corriente en China a partir del siglo XVI.