5comparaciones entre mesoamerica y nueva España
Respuestas a la pregunta
Las semejases son muy pocas pero se diferencian mucho en su clima, opuesto completamente ,por ende, en su estilo de vida, ya que unos eran andantes y los meso americanos estaban asentados en un lugar fijo , lo que llevo una mejor vida, en ventaja.
Se ha insistido mucho en la diferencia entre los pobladores de estas dos áreas, sobre todo en función de sus desarrollos materiales y de acuerdo con parámetros que, en su mayoría, servirían más para observar las mentalidades y los fenómenos histórico-sociales europeos que los americanos. Si logramos desechar aquellas comparaciones —que manifiestan, en relación con el área mesoamericana, una superioridad cultural, tecnológica, civilizadora u organizativa—, obtendremos mayores beneficios de esta teoría. Quizá el más valioso consiste en haber señalado y caracterizado distintas formas de vida, opciones y expresiones histórico-culturales.
Las diferencias entre las dos áreas no son sólo culturales. Una muy importante reside en el ambiente y, por tanto, en las relaciones ecológicas. Mesoamérica goza de multitud de climas, lo que implica para sus pobladores la posibilidad de contar con plantas y animales diferentes. De la variedad y, en muchos casos, la abundancia de los recursos se originó un intenso intercambio entre las distintas zonas, así como también intensas luchas por dominar los territorios más ricos y, una vez conquistados, asegurar la presencia de los vencedores mediante la fundación de asentamientos permanentes y sistemas productivos de importancia.
En cambio, los pobladores de Aridoamérica ocuparon un territorio menos variado y exuberante. La falta de lluvia y de grandes corrientes fluviales no propiciaba la agricultura, salvo la de temporal o de subsistencia. Dedicaban una parte de su tiempo a estas formas de agricultura menor, pero su mayor actividad era la cacería y la recolección de plantas y frutos silvestres. No desarrollaron grandes centros de población, como en el caso de Mesoamérica, ya que conseguían su sustento tras largas travesías y, al hacer pocos intercambios con otras tribus, se veían obligados a mudarse constantemente en busca de mejores alimentos y vivienda.
Así como las formas de vida en Mesoamérica expresan una evolución y un desarrollo que implicaron la aparición de oficios y funciones especializados en un orden social complejo y minuciosamente jerarquizado, en Aridoamérica las estructuras mantuvieron sus núcleos tribales y una gran movilidad y versatilidad en las funciones de la vida cotidiana y religiosa. Esta última característica hizo que los españoles, en el dilatado y sangriento proceso de la conquista de estos pueblos, percibieran incluso entre estos mismos una notoria resistencia a comprender y respetar el principio de autoridad.
Las características generales de estas áreas parecen responder —si no del todo— a las definiciones de los pueblos sedentarios y nómadas en lo que respecta a sus expresiones artísticas. Mientras los primeros tienden a desarrollar las formas artísticas espaciales: arquitectura, pintura, escultura, escritura, los segundos desarrollan las vinculadas al tiempo: música, poesía, danza, por lo general en una sola manifestación que las engloba. Por tratarse de la forma más antigua de expresión estética y religiosa, entre los pueblos sedentarios pervive el complejo música-poesía-danza; sin embargo, su ejercicio se vuelve exclusivo de grupos especializados que, al sofisticarlo, adquieren un mayor control sobre sus formas, contenidos y usos.
Dadas estas características procederemos pues a describir con más detalle las diversas culturas indígenas que poblaron y, con las dramáticas variaciones de la aculturación y transculturación, aún pueblan el territorio que ahora ocupa el estado de San Luis Potosí.