5 razones en contra de la tala de árboles y de la caza indiscriminada de animales
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Los árboles constituyen una tecnología natural increíble. Generalmente llamados los pulmones del planeta, los árboles vivos de los bosques tropicales “inhalan” dióxido de carbono (CO2) del aire. Los bosques sanos limpian el aire y regulan el clima.
Los bosques vivos sostienen la vida: benefician a las personas, a las plantas y a los animales por todo el trabajo invisible que realizan como almacén de carbono. También ayudan a controlar el clima del planeta y las precipitaciones.
Plantar árboles en bosques dañados o talados crea un cultivo de árboles jóvenes consumidores de carbono. A medida que crecen los árboles –a lo largo de 50 a 100 años– absorben CO2 del aire y, a su vez, recuperan el hogar para pájaros y para la vida silvestre.
Los científicos de TNC saben cómo funcionan los árboles como máquinas inhaladoras de carbono. Dentro de cualquier bosque, podemos tomar medidas precisas, inclusive el diámetro de los troncos, para determinar la cantidad de carbono almacenado por los árboles.
Anualmente, se genera más contaminación por la pérdida de bosques que por el transporte mundial – aviones, trenes, automóviles y barcos en conjunto. La deforestación produce 15% de las emisiones de CO2 anuales en todo el mundo. Los suelos perturbados –junto con las ramas y hojas podridas– hacen que el carbono sea liberado al aire. Reduzcamos las emisiones preservando nuestros bosques.
y de la caza indiscriminada de animales
La población de aves se ha reducido en un 58% y la de mamíferos en un 83%. Aunque la caza se practica desde hace miles de años, hoy en día debido a la demanda y acceso a tecnologías que nunca existieron hasta ahora, la caza ilegal o furtiva es mucho más desmesurada.
Los animales se sienten muy amenazados por la presencia del ser humano.
El suelo empobrece su calidad, los nutrientes son más escasos y empeora la polinización con consecuencias en la producción vegetal.
La extinción de animales por la caza empeora la calidad del agua y puede aumentar el brote de distintas enfermedades y plagas.
La caza de animales en un ecosistema altera la cadena alimentaria que se forma dentro de él y hace que todo el ecosistema altere su equilibrio y, por tanto, funcione deficientemente. Es decir, la caza influye tanto en los animales que mueren, como en los que no: plantas, presas y depredadores.
Explicación: