5 rasgos manieristas de Hamlet
Respuestas a la pregunta
Las características generales de la obra de William Shakespeare coinciden, como obra manierista que representa, con las características de movimiento literario mencionado. Numerosas veces se notan las conexiones entre la definición de "manierismo" (proviene del término "maniera" en italiano) y la obra Hamlet. A lo largo de la obra se notan claramente los detalles de una tragedia con estilo y personalidad propia, donde se observan posturas forzadas, un irreal tratamiento de espacio y los numerosos y repetidos efectos dramáticos.
Sin ir más lejos, la confusión y la falta de medida se observan a lo largo de la obra, sin una conexión clara de los elementos, generando dudas en el lector sobre la realidad de los acontecimientos; por ejemplo, no se sabe si Hamlet está en verdad loco o si actúa, o si comienza a estarlo luego de ver el fantasma de su padre, en vez de estarlo desde antes del casamiento, estas escenas, generan confusión, sumadas a las escenas donde la "locura" o la "actuación" se van de las manos del protagonista, llegando a actos y lejos de toda moral y ética, como asesinar a Polonio o reaccionar violentamente contra su madre y su amante.
No cabe dudad de que Hamlet, es una típica tragedia llena de tensión como lo son obras de la literatura griega como "Antigonas", a pesar de que estas no manifiestan un constante desequilibrio y un tironeo ininterrumpido entre escenas de tranquilidad y armonía con otras de oscuridad y tensión; que además, tienen características irreales, como el bosque donde aparece el fantasma de su padre, o el cementerio donde entierran a Ofelia; que son descriptos como los bosques de los clásicos cuentos de hadas.
Como ya hemos mencionado, Hamlet es una tragedia, pero esto no se manifiestas sólo en el final conflictivo que presenta, si no que se percibe a lo largo de todo el relato, con actos de pesimismo y melancolía, presentes prácticamente en todos sus protagonistas, como Hamlet y Ofelia, que parecen ser sólo sujetos sumergidos en su propia tristeza y su mundo paralelo al real, donde saben "demasiado" como para ser felices y perciben elementos que sólo los lastiman más y los entierran más en el fondo de su propia locura, que los lleva a actos insensatos que ni ellos logran comprender, pero que a pesar de su naturaleza dramática el autor sabe combinar con frases burlonas e irónicas, logrando así, cierta comicidad y travesura.