5 pruebas de la divinidad de cristo
Respuestas a la pregunta
1 En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.
No se puede ser más claro que eso, pero, desde luego, hay más.
San Juan capítulo 8:57 Entonces los judíos le dijeron: “¿Aún no tienes cincuenta años y has visto a Abraham?" 58 Jesús les respondió: “En verdad, en verdad os digo: antes de que Abraham existiera,Yo Soy.”
59 Entonces tomaron piedras para tirárselas; pero Jesús se ocultó y salió del Templo.
Al decir “Yo soy", NSJC se atribuye el nombre que Moisés recibió como aquel propio de Dios en Ex 3:
14 Dijo Dios a Moisés: “Yo soy el que soy.” Y añadió: “Así dirás a los israelitas: “Yo soy” me ha enviado a vosotros.”
Y los judíos entendían eso y por eso tomaron piedras para arrojárselas. Para entender esta reacción se debe tener presente que el nombre de Dios era tabú para los judíos, y desarrollaron una serie de costumbres para evitar pronunciarlo, como reemplazarlo por “Señor” al leerla sus escrituras en voz alta.
Pero no me crean a mí, en el capítulo siguiente de Juan dice lo que entendían los judíos. Decía Jesús:30 Yo y el Padre somos uno."31 Los judíos trajeron otra vez piedras para apedrearle.
32 Jesús les dijo: “Muchas obras buenas que vienen del Padre os he mostrado. ¿Por cuál de esas obras queréis apedrearme?” 33 Le respondieron los judíos: “No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por una blasfemia y porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios.”
Desde luego, nadie los saca de su error.
Y para terminar con el evangelio de San Juan, su capítulo 18:4 Jesús, que sabía todo lo que le iba a suceder, se adelanta y les pregunta: “¿A quién buscáis?” 5 Le contestaron: “A Jesús el Nazareno.” Díceles: “Yo soy.” Judas, el que le entregaba, estaba también con ellos. 6 Cuando les dijo: “Yo soy", retrocedieron y cayeron en tierra.
¿Qué creen? ¿Que justo hubo una ventolera? claro que no, el solo pronunciar el nombre de Dios era suficiente para hacer retroceder y caer a un grupo de judíos devotos.
Ok, una más, del capítulo 20:28 Tomás le contestó: “Señor mío y Dios mío.”
Un judío observante como el apostol Tomás no iba a tomar en vano el nombre del Señor, y si llama “Dios mío” a NSJC es porque lo era.
Pero ya basta con el Evangelio según San Juan, ¿Qué podemos decir de los evangelios sinópticos? pues bastante en realidad, aunque tal vez de modo más sutil.
Que Dios el Hijo haya tomado sobre sí mismo una naturaleza humana real es una doctrina crucial del cristianismo histórico. El gran concilio ecuménico de Calcedonia, en el año 451 D.C. declaré que Jesús es verdadero hombre y verdadero Dios y que la humanidad y divinidad de Cristo están unidas sin confusión, sin mutación, sin división y sin separación, cada naturaleza conservando sus propios atributos.
La verdadera humanidad de Jesús ha sido atacada, principalmente en dos formas. La iglesia primitiva se vio a combatir la herejía del docetismo, que enseñaba que Jesús no había tenido un cuerpo físico real ni una verdadera naturaleza humana. Argumentaban que Jesús meramente "parecía" tener cuerpo pero que en realidad era un ser fantasmal. Para contrarrestar esto, Juan declaró con total firmeza que aquellos que negaban que Jesús había verdaderamente venido en la carne eran del Anticristo.
La otra herejía rechazada por la iglesia consistió en la herejía monofisita. Según esta herejía Jesús no tenía dos naturalezas sino solo una, y esta naturaleza singular no era ni verdaderamente divina ni verdaderamente humana sino una mezcla de ambas. Se la llamaba una naturaleza “teo-antropomorfica”. La herejía monofisita implica una naturaleza humana deificada o una naturaleza divina humanizada.
Hay formas sutiles de la herejía monofisita que amenazan la iglesia en cada generación. La tendencia es hacia el permitir que la naturaleza humana de Dios sea absorbida por la naturaleza divina, de manera tal que la humanidad de Jesús no tenga ninguna limitación verdadera.
Debemos distinguir entre las dos naturalezas de Jesús sin separarlas. Cuando Jesús tiene hambre, por ejemplo, vemos una manifestación de la naturaleza humana, no de la divina. Lo que se dice de la naturaleza divina o la naturaleza humana puede ser afirmado sobre la persona. Por ejemplo, en la cruz, Cristo, el Dios-hombre, murió. Esto, sin embargo, no significa decir que Dios pereció en la cruz. Aunque las dos naturalezas permanecen unidas después de la ascensión de Cristo, es necesario que todavía diferenciemos ambas naturalezas en lo que respecta a la modalidad de su presencia entre nosotros. Con respecto a su naturaleza humana, Cristo ya no está entre nosotros. Sin embargo, con respecto a su naturaleza divina, Cristo siempre está entre nosotros.
La humanidad de Cristo fue como la nuestra. Se hizo hombre "por nuestra causa". Compartió nuestra situación para actuar como nuestro Redentor. Se convirtió en nuestro sustituto, tomando sobre sí mismo nuestros pecados y sufriendo en nuestro lugar. También se convirtió en nuestro defensor, cumpliendo con la ley de Dios en nuestro lugar.
En la redención hay un intercambio en dos sentidos. Nuestros pecados son entregados a Jesús. Su justicia es entregada a nosotros. Él recibe el juicio que correspondía a nuestra humanidad imperfecta, mientras que nosotros recibimos la bendición que le correspondía a su humanidad perfecta. En su humanidad Jesús compartía las mismas limitaciones comunes a todos los seres humanos, excepto que Él era sin pecado. En su naturaleza humana Él no era omnisciente. Su conocimiento, aunque verdadero y exacto, no era infinito. Había cosas que desconocía, tales como el día y la hora de su regreso a la tierra. Por supuesto, en su naturaleza divina Él es omnisciente y su conocimiento no tiene límites.
Como un ser humano, Jesús estaba restringido por el tiempo y el espacio. Como cualquier otro ser humano, no podía estar en más de un lugar al mismo tiempo. Transpiró. Tuvo hambre. Lloró. Soportó el dolor. Era mortal, era capaz de sufrir la muerte. En todos estos aspectos Él era como nosotros.
Resumen
1. Jesús tuvo una naturaleza humana verdadera que estaba perfectamente unida a su naturaleza divina.
2. El docetismo dice que Jesús no tuvo un cuerpo físico verdadero.
3. La herejía monofisita implica de deificación de la naturaleza humana, resultando su humanidad eclipsada por su deidad.
4. La humanidad de Cristo es la base de su identificación con nosotros.
5. Jesús llevó sobre sí nuestros pecados y nos imparte su justicia.
6. La naturaleza humana de Jesús tenía las limitaciones de cualquier ser humano normal, excepto que Él era sin pecado.