5 medicamentos que mate bacterias
Respuestas a la pregunta
Categorías. Ejemplos
(Penicilina) = Amoxicilina, ampicilina.
(Quinolonas) = Ciprofloxacino, levofloxacino, moxifloxacino.
(Macrólidos) = Azitromicina, claritromicina, eritromicina.
(Cefalosporinas) = Cefaclor, cefalexina, cefuroxima.
(Tetraciclinas) = Doxiciclina.
(Sulfonamidas) = Sulfametoxazol, trimetoprim.
(Aminoglucósidos) = Gentamicina, tobramicina
DATO :En la década de 1920, el científico británico Alexander Fleming estaba trabajando en su laboratorio en el hospital St. Mary en Londres cuando, casi por accidente, descubrió una sustancia de crecimiento natural que podía atacar a ciertas bacterias. En uno de sus experimentos en 1928, Fleming observó que colonias de la bacteria común Staphylococcus aureus habían sido agotadas o eliminadas por un moho que creció en el mismo plato o placa de Petri. Él determinó que el moho elaboraba una sustancia que podía disolver las bacterias. Llamó a esta sustancia penicilina, por el nombre del moho Penicillium que la produce. Fleming y otros realizaron una serie de experimentos a en las 2 décadas siguientes usando penicilina que tomaron de los cultivos de moho que mostraron su capacidad de destruir bacterias infecciosas.
En poco tiempo, otros investigadores de Europa y Estados Unidos empezaron a recrear los experimentos de Fleming. Pudieron producir suficiente penicilina como para probarla en animales y luego en humanos. A partir de 1941, encontraron que incluso los niveles bajos de penicilina curaban infecciones muy graves y salvaban muchas vidas. Por sus descubrimientos, Alexander Fleming ganó el Premio Nobel de Fisiología y Medicina.
Las compañías farmacéuticas estaban muy interesadas en este descubrimiento y empezaron a producir penicilina con propósitos comerciales. Se usaba bastante para tratar a los soldados durante la Segunda Guerra Mundial, curando infecciones por heridas en el campo de batalla y neumonía. De mediados a finales de la década de 1940, se volvió ampliamente accesible para el público en general. Los titulares de los periódicos la llamaban el medicamento milagroso (aunque no existe ningún medicamento que realmente merezca esa descripción).
Con el éxito de la penicilina, empezó la carrera para producir otros antibióticos. En la actualidad, los pediatras y otros médicos pueden elegir entre docenas de antibióticos del mercado, y se recetan en cantidades muy altas. En Estados Unidos, cada año se hacen por lo menos 150 millones recetas médicas para antibióticos, muchas de ellas para niños.
Problemas con los antibióticos
El éxito de los antibióticos ha sido impresionante. Al mismo tiempo, la emoción por los mismos ha sido atenuada por un fenómeno llamado resistencia a los antibióticos. Este es un problema que surgió poco después de la introducción de la penicilina y ahora amenaza la utilidad de este importante medicamento.
Casi desde el principio, los médicos notaban que en algunos casos, la penicilina no era útil contra ciertas cepas de Staphylococcus aureus (bacterias que causan infecciones en la piel). Desde entonces, este problema de la resistencia ha ido creciendo e involucrando a otras bacterias y antibióticos. Este es un problema de salud pública. De forma creciente, se ha vuelto más difícil tratar algunas infecciones graves, forzando a los médicos a recetar un segundo o incluso tercer antibiótico cuando el primer tratamiento no funciona.
En vista de esta creciente resistencia a los antibióticos, muchos médicos se han vuelto mucho más cuidadosos cuando recetan estos medicamentos. Ven la importancia de recetar antibióticos solo cuando son absolutamente necesarios. De hecho, una encuesta reciente practicada en médicos de consultorios, publicada en JAMA: The Journal of the American Medical Association en 2002, demostró que los médicos redujeron la cantidad de prescripciones de antibióticos que recetaron a niños con infecciones respiratorias comunes aproximadamente en un 40% durante la década de 1990.