5 leyendas con su resumen y sus imagenes
Respuestas a la pregunta
Los cocodrilos de Nueva York
La leyenda urbana dice que en la red de alcantarillado de la ciudad de Nueva York vive una nueva especie de cocodrilo, concretamente ejemplares ciegos y albinos. Según se cuenta el origen de esta nueva especie tiene que ver con los ejemplares de cocodrilos que los neoyorkinos compraban en Florida pero que, cuando crecían, se deshacían de ellos tirándolos por el retrete. Una vez en la red de alcantarillado y debido a la oscuridad y a los residuos estos ejemplares habrían evolucionado hacia una especie más depredadora.
Verónica en el espejo
Todo aquel que quiera echarle un pulso a la muerte -o al demonio- tiene que situarse delante de un espejo y repetir tres veces la palabra Verónica (Bloddy Mary en la tradición anglosajona). En ese momento, y según la leyenda, aparecería Verónica, a quien muchos sitúan como la hija de Satanás, que se serviría de un objeto punzante situado cerca -unas tijeras, por ejemplo- para matar a la persona que la ha invocado.
El robo de órganos
Cuidado con las fiestas a las que acudimos o la gente a la que conocemos durante una noche loca porque pueden ser traficantes de órganos ansiosos de disponer de uno de nuestros riñones. Una leyenda urbana con muchas variantes es aquella en la que un amigo de un amigo nuestro se despertó un día en un hotel dentro de una bañera llena de agua y hielo. Tras comprender que había sido drogado por el chico/a que conoció esa misma noche, se levanta y encuentra una nota en la que es informado de que se le ha extraído algún órgano y que llame al servicio de urgencias para que vayan a buscarle.
La pasajera muerta del metro
Una mujer sube a un vagón del metro -cada leyenda habla de una ciudad distinta- a altas horas de la noche. En el vagón solamente están ella y tres personas más: dos hombres y una mujer, esta sentada en el medio. La apariencia de los tres es de lo más normal, así que la mujer no se alarma y se sienta enfrente de los pasajeros. Cuando abre el libro para leer se da cuenta que la mujer que tiene enfrente no para de mirarla fijamente, pero tiene una mirada extraña. Intenta leer pero no puede, levanta la mirada y vuelve a encontrarse con los ojos de la mujer. En la siguiente parada se sube otro pasajero que se sienta junto a la lectora y que le dice en voz muy baja: si no quieres morir bájate conmigo en la siguiente parada. Después de mucho dudar, la lectora decide hacer lo que el nuevo pasajero le ha dicho. Ya en el andén este le dice que es médico y que la mujer que estaba sentada entre los dos hombres estaba muerta y ellos la sostenían.
La llamada perdida
Otra leyenda que también nos llega a través de un amigo que conoce a otro que le pasó es aquella en la que alguien recibe varias llamadas de una persona cercana pero que, por diversos motivos, no puede responderlas. Cuando se da cuenta, devuelve la llamada a la persona pero salta el buzón de voz. Vuelve a intentarlo y sucede lo mismo. Pasados unos minutos la persona vuelve a recibir una llamada, ahora sí descuelga pero al otro lado solo hay silencio. Cuelga y vuelve a pasar lo mismo. Silencio de nuevo. La persona, alarmada, se dirige a casa del que llama para comprobar que allí hay algún familiar que le avisa que fulano murió esa misma mañana en un accidente de tráfico.
