5.
La fe y la razón tienen dominios diferentes, pero juntas son indispensables para dar un sentido a la realidad. Qué análisis cabe hacer a esta afirmación. Doy puntos
Respuestas a la pregunta
La fe y la razón.
La razón, muy lejos de ser un enemigo de la fe (por que la perjudicaría o pudiera contradecirla) o algo de lo que la fe pudiera prescindir (porque bastándose a sí misma no la requiere), la razón es una ayuda para la fe. Pero no la necesita para que sea su fundamento: la fe se fundamenta a sí misma, pues se basa, por ejemplo en el caso del cristianismo, en la Palabra de Dios. No la necesita para que la pruebe o la demuestre: es Dios mismo que se muestra, que se autocomunica en la revelación. La fe es acogida de eso que Dios comunica. Por lo tanto, no se puede probar la fe a fuerza de razones, no se la puede encuadrar en el marco de la razón, no se la puede subordinar, como si su fundamentación dependiera de nuestros razonamientos. De la afirmación racional de que Dios es creador de mundo y todopoderoso no es posible deducir la posibilidad de la comunión con él. Ello depende de Dios mismo, de su amor gratuito y libre.
La fe necesita de la razón, no como su fundamento, sino con la función negativa de ser un filtro para fe. La razón es una ayuda imprescindible, pues nos ayuda a filtrar la fe de supersticiones, a purificarla de irracionalidades, a ser cedazo y criba de posibles fetiches.
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