5. Escribe los signos de admiración e interrogación, el guion y la raya, según convenga, en el si- guiente texto: Abrió la puerta y entramos en otro cuarto pequeño. La mamá de Coreta estaba en una cama grande, con un pañuelo en la cabeza. Aquí está el café, madre dijo Coreta alargando la taza. Conmigo viene un compañero de escuela. Cuánto me alegro me dijo la señora. Viene a visitar a los enfermos, no es verdad Entretanto Coreta arreglaba la almohada detrás de la espalda de su madre. 2 Quiere usted algo madre pregunto después tomando la taza. Le he puesto dos cucha- ritas de azúcar. Cuando no haya nadie haré una escapada a la farmacia. La leña ya está descargada. A las cuatro pondré el puchero como lo ha dicho usted, y cuando pase la mujer de la manteca le daré sus ocho pesos. Todo se hará; no se preocupe usted por nada. Gracias, hijo respondió la señora. Pobre hijo mío Está en todo Edmundo de Amicis, Corazón (Fragmento)
Respuestas a la pregunta
Explicación:
Abrió una puerta y entramos en otro aposento pequeño, donde estaba la madre de Coretti en una cama grande, con un pañuelo blanco en la cabeza
- Aquí tienes tu café, madre -dijo Coreta, alargando una taza-. Conmigo viene un compañero de escuela
- ¡Cuánto me alegro! -me dijo la mujer-; acostumbras a visitar a los enfermos, ¿no es verdad?
Entretanto Coretti arreglaba las almohadas que tenía su madre por detrás, componía la ropa de la cama, atizaba el fuegO y echaba al gato de la cómoda.
- ¿Quieres algo más, mamá? -preguntó después, al retirar la taza-. ¿Te has tomado las dos cucharaditas de jarabe? Cuando no quede, haré una escapada a la farmacia. La leña ya está descargada. A las cuatro pondré la carne a cocer, como me has dicho, y, cuando pase la mujer de la mantequilla, le daré su dinero. Todo se hará: Tú no tienes que preocuparte