5 características en las monografías diganme que me desmayo
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1. Exige escoger un tema o problema
Tal y como hemos dicho la monografía es un texto centrado en un tema concreto, en el cual se basa el conjunto del documento. De hecho, es por ello que hablamos propiamente de monografía. Con ello queremos decir que es necesario delimitar un tema o problema del cual vaya a versar la monografía en cuestión, puesto que de lo contrario podríamos encontrarnos con divagaciones que no llevan a un mejor entendimiento del fenómeno o elemento tratado y podrían inducirnos a errores o interpretaciones.
2. Diseño y extensión variables
La extensión de una monografía no dependen del hecho de que esta sea tal, sino del tipo de monografía que realicemos, el número de fuentes consultadas, lo que se pretende con su realización o incluso de las características de la propia temática. Eso sí, por lo general se pretende hacer una síntesis del conocimiento, no una reproducción tal cual de él.
En cualquier caso se trata de algo que debe diseñarse y delimitarse previamente, no dejándolo al azar sino premeditándolo y acotando de antemano qué pretendemos hacer. Así, uno de los primeros pasos va a ser la de diseñar y plantear cómo queremos que sea la monografía en cuestión.
3. Sistematización del conocimiento existente
El contenido de la monografía no se basa en supuestos u opiniones, siendo necesario en primer lugar tener en cuenta que va a haber que recopilar de antemano una gran cantidad de información, buscando siempre que sea lo más fiable posible. Deberíamos procurar que al menos parte de nuestras fuentes sean de autores y revistas de alto prestigio y reconocimiento en su sector (dado que se presupone que los artículos en ellas escritos han debido de pasar un duro cribaje para poder llegar a ser publicados en ella). Por ejemplo podemos buscar revistas con un muy elevado factor de impacto.
4. Pretende ser objetiva e imparcial
Una de las caracterísicas principales de una monografía es que pretende reunir la información existente sobre una temática reflejándola de manera objetiva y sin emitir juicios de valor respecto a su contenido.
Asimismo, no solo se trata de ser objetivo sino de ser imparcial: una buena monografía debe reflejar toda o la mayoría de la información disponible de entre las fuentes recogidas, independientemente del propio posicionamiento u opinión. Se debe recoger también aquello con lo que no estemos de acuerdo no, en caso de tratar con un fenómeno polémico, reflejar los distintos puntos de vista existentes.
Desgraciadamente y a pesar de ello, resulta frecuente que pueden existir sesgos en base a la formación, orientación o pretensión del autor a la hora de realizar la monografía (e incluso la información que se recoge y la que no pueden tener que ver con lo que el autor pretende), pudiendo ser estos intencionados o incluso inconscientes.
5. Claridad y sin ambivalencia
Es importante tener en cuenta que estamos haciendo una síntesis de la información existente sobre un tema concreto, siendo necesario que la redacción de la misma sea clara y entendible. Así pues deberemos reducir la ambivalencia y emplear un lenguaje adecuado para el público objetivo de la monografía en cuestión.
Explicación:
si, mucho texto