5 argumentos a favor del realismo en la filosofía contra el idealismo
Respuestas a la pregunta
Explicación:
1 ) La crítica del idealismo
La alternativa histórica se presenta a los ojos de Ortega bajo el nombre de «ciencias del espíritu». En efecto, contra la razón físico-matemática, como el medio y el modo de conocimiento único y privilegiado de investigar lo humano, arremeten los espiritualistas o idealistas, contraponiendo el espíritu a la naturaleza. Pero esto es otro error, que comienza en la interpretación eleática del ser, y consiste en tratar las realidades (cuerpos o no) como si fuesen ideas, conceptos.
2) El error común del realismo y del idealismo
No es extraño, pues, que ambas críticas (al realismo y al idealismo) aparezcan juntas, puesto que se trata del mismo error, pero también porque, al hilo de esa doble crítica, Ortega explica su propia idea al respecto: «La necesidad de superar y trascender la idea de naturaleza procede precisamente de que no puede valer esta como realidad auténtica, sino que es algo relativo al intelecto del hombre» (Ortega y Gasset, J.: ¿Qué es filosofía?, VI, ed. cit., p. ).
3) Abordaremos esta crítica desde el problema de la ciencia. Ortega dice en Historia como sistema (cap. IV) que la ciencia está en peligro, porque la fe que el hombre moderno tenía puesta en ella se ha ido enfriando en las últimas décadas. La ciencia se presentó como la panacea de todos los problemas, pero la realidad es bien distinta.
La ciencia, que, paradójicamente, quiere abarcar todo el universo, nada tiene que decir sobre el ser humano; es decir, la ciencia físico-matemática, o razón naturalista (realismo a ultranza), al hacerse patente la urgencia de tomar parte en los problemas más humanos, no ha sabido qué decir.
4) La razón naturalista o realista sirve siempre y cuando su objeto de conocimiento sea cosa; por ejemplo, el movimiento de los astros. Pero si pretendemos abordar el tema de la vida humana con esos mismos cálculos (los del naturalismo físico-matemático), estamos imaginando una continuidad entre dos objetos de conocimiento, como si al tratar de la vida humana estuviéramos investigando una naturaleza. Mas, como se ha dicho, esto es falso.
5) El error común del realismo y del idealismo
No es extraño, pues, que ambas críticas (al realismo y al idealismo) aparezcan juntas, puesto que se trata del mismo error, pero también porque, al hilo de esa doble crítica, Ortega explica su propia idea al respecto: «La necesidad de superar y trascender la idea de naturaleza procede precisamente de que no puede valer esta como realidad auténtica, sino que es algo relativo al intelecto del hombre» (Ortega y Gasset, J.: ¿Qué es filosofía?, VI, ed. cit., p. ).
Ahora bien, esa relatividad (o mejor, relacionalidad) de la naturaleza con respecto al intelecto humano no tiene realidad, a su vez, considerada aparte (este es el error concreto de todo idealismo), salvo «funcionando en una vida humana». Por tanto, la afirmación orteguiana puede formularse así:
Tanto la naturaleza como el intelecto son «relativizados» por la única realidad radical, que es la misma vida humana.