4 ventajas y desventajas de la vida en comunidad?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
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Explicación:
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Respuesta:
ventajas:
Amistad
El residencial tiene unas espectaculares zonas comunes con jardín y piscina y nos ha permitido conocer y entablar amistad con personas maravillosas de nuestra edad con las que estamos disfrutando de aficiones comunes. ¡Qué alegría! Tras la estancia en el extranjero de Javi y mis continuos viajes a Inglaterra, habíamos perdido la conexión con algunos de nuestros amigos de siempre y ha sido muy gratificante conocer a gente nueva con la que compartir experiencias.
Seguridad
¡Nos encanta el turismo rural! Una vez al mes hacemos las maletas y nos vamos a pasar el fin de semana a algún pueblo con encanto por eso, otra de las ventajas de vivir en comunidad es la seguridad que nos ofrece. Hasta ahora, cada vez que cerraba las puertas de mi vivienda sentía que cualquier cosa podía pasar en mi ausencia, desde que vivimos en el residencial me siento mucho más tranquila. Hay algunos vecinos, personas más mayores sobre todo, que disfrutan diariamente de la zona ajardinada del residencial y detectan rápidamente cualquier movimiento anómalo en los alrededores. Además, los vecinos con los que compartimos planta están siempre en casa y nos tranquilizan diciendo que tendrán un oído en la nuestra y nos llamarán si pasa algo.
Gastos compartidos
Los espacios comunes están siempre muy limpios y cuidados. La gran zona ajardinada del residencial siempre está impecable, igual que el garaje y los portales de acceso a las viviendas. Además tenemos una piscina enorme para disfrutar en los meses de verano. Todo esto a cambio de unos gastos muy reducidos en comparación a todas las ventajas y calidad de vida que nos ofrecen. Sería imposible algo así si viviéramos en una casa unifamiliar.
desventajas:
1. Suponen un factor de protección
La primera ventaja es evidente y tiene que ver con un hecho muy material: formar parte de un grupo hace más difícil que nos expongamos muchas a situaciones peligrosas que pueden terminar con nosotros.
Por ejemplo, significa que si alguien nos ataca probablemente otros saldrán en nuestra defensa, o que si nos quedemos sin tener un sustento básico con el que vivir otros nos darán refugio.
2. Nos proporciona modelos a seguir
Además, otra de las ventajas de ser parte de un grupo es que constantemente estamos expuestos a ejemplos a seguir, personas que cuentan con unas características y objetivos similares a los nuestros y que resultan estimulantes a la hora de orientar nuestras acciones hacia una meta.
De esta manera, estar rodeados de personas así hará más probable que nos sintamos motivados a perfeccionar ciertas cualidades que si trabajamos nos proporcionan mejores medios de vida y que a la vez seguramente beneficiarán al resto de miembros del grupo.
3. Refuerzan nuestra autoestima
El sentimiento de pertenencia es uno de los aspectos que refuerzan positivamente la autoestima de las personas.
Por un lado, ver cómo el resto de personas nos consideran una parte del grupo implica que reconocen nuestra importancia, dado que los mismos esfuerzos que esas personas dedican a velar por la comunidad son, de manera indirecta, esfuerzos de los que uno mismo se beneficia.
Por otro lado, formar parte de un grupo supone que otras personas se identifiquen con nosotros, que estén predispuestas a hacer sacrificios por defendernos ante ataques de elementos ajenos al grupo, lo cual emula el funcionamiento de los lazos afectivos que surgen en las familias y las relaciones amorosas en general.
4. Combate la soledad
La soledad es una de las situaciones vitales más relacionadas con los hábitos de vida dañinos y la enfermedad física o psicológica.
Por eso, el simple hecho de tener a una comunidad es beneficioso, pues nos anima a salir de casa y relacionarnos, lo cual nos mantiene activos y nos da motivos para no abandonarnos.
Explicación: