Historia, pregunta formulada por yagoracing07, hace 11 meses

4- ¿Qué similitudes y qué diferencias encontras con un trabajor/trabajadora en la actualidad y la revolucion industrial?

Respuestas a la pregunta

Contestado por PINCHECRAK504
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Respuesta:El 1 de mayo se celebró en varios países del mundo “El día del trabajo” y las llamadas “conquistas sociales” de las que gozan los trabajadores gracias a la intervención del Estado en el mercado laboral. Implicado en esto esta la popular idea de que cuando no interviene el Estado todo empresario procede a explotar vilmente a sus trabajadores, y que hacerlo le resulta rentable a largo plazo.

La narrativa predominante nos habla de la explotación de trabajadores que se dio durante la Revolución Industrial, que se inició en Inglaterra a fines del siglo dieciocho y principios del siglo diecinueve. Tanto economistas como filósofos, clérigos, conservadores y revolucionarios coincidían en su odio hacia las fábricas y en la creencia de que los cambios económicos habían degradado el trabajo.1

Sin embargo, los datos cuentan una historia de un progreso sin precedentes. El historiador inglés T.S. Ashton documentó el impresionante aumento de la calidad de vida del inglés promedio durante el periodo más intenso de la industrialización en ese país (1790-1830). La población aumentó considerablemente debido a la reducción de la tasa de mortalidad. Y este aumento de la población no ocasionó una depresión de los salarios como lo predecía la teoría de Malthus sino que todos los datos reunidos por Ashton de la época indican que la renta per cápita crecía a una tasa que superaba el crecimiento de la población.2 Además las innovaciones tecnológicas con miras a la producción para consumo masivo, algo inexistente antes de la Revolución Industrial, hicieron posible la caída de los precios de productos que antes eran considerados de lujo y reservados para una élite de la población.

en Inglaterra a fines del siglo dieciocho y principios del siglo diecinueve. Tanto economistas como filósofos, clérigos, conservadores y revolucionarios coincidían en su odio hacia las fábricas y en la creencia de que los cambios económicos habían degradado el trabajo.1

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