4. Qué podrías hacer para mejorar esa situación
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Seguramente no hace mucho tiempo has dicho esta frase “ el problema es…” y a continuación tú mismo o tu interlocutor habéis añadido otra causa u otra perspectiva de lo mismo “el problema es…”
No conozco a nadie todavía a quien la palabra problema no le recuerde algo negativo, molesto que le estresa o cansa y que influye directamente en su estado de ánimo y por ende en su felicidad.
Además de la forma de enfrentarse a ellos, hay quienes los ven como un reto y hay quienes directamente intentan buscar algún culpable, pero lo que hacemos casi todos es buscar rápidamente una causa plausible para justificar ese efecto.
En esa búsqueda, de lo que no somos conscientes realmente es en la energía que derrochamos haciendo ese análisis en lugar de formular una mejor estrategia para poder aportar algo que nos haga salir de ese atolladero mental.
Nos enfocamos en el problema y rara vez usamos ese enfoque para colocarnos en una mejor posición buscando soluciones.
Si nosotros usamos esa gran pregunta que Jason Selk aconseja como una de las grandes estrategias para tener fortaleza mental seguro que podemos cambiar la perspectiva y empezar a construir: ¿Qué puedo hacer diferente para mejorar esta situación?
Si realmente nosotros somos conscientes del poder de esta pregunta, seremos capaces de coger las riendas de nuestra vida y no volver a lamentar lo que el azar hace con nosotros.
Cuando creemos en nosotros mismos, nos sentimos protagonistas y nos responsabilizamos del adecuado porcentaje de control que tenemos sobre lo que nos ocurre, nuestra vida cambia.
Si además incrementamos esta sensación con la oportunidad de entrenar la visión incansable de enfocarnos en la solución y no en el problema, conseguiremos ir sumando habilidades que impactarán definitivamente en nuestra salud, en nuestra felicidad y en nuestro éxito.
Podremos pasar de la fatiga, la ansiedad y la destrucción del pensamiento negativo que busca porqués, a la mejora, la construcción, y el regalo del cómo o el para qué.
Cada vez que te enfrentes a un “problema” ya sea laboral o familiar, utiliza los primeros minutos para acercarte a tu solución y no enfrascarte en una tarea fútil que acabará con todas tus opciones y tu energía.
Explicación paso a paso:
si quieres saca resumen