4. María, nuestra esperanza ELEVADA AL CIELO Estos textos pertenecen al Concilio Vaticano II (1962-1965) y fueron escritos doce anos después de la proclamación del dogma de la Asunción de Maria al cielo. Que caracteristicas resaltan de Maria??? La Virgen, terminado el decurso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial y fue ensalzada por el Senor como Reina universal con el fin de que se asemejase de forma más plena a su hijo, Señor de senores y vencedor del pecado y de la muerte. La Madre de Jesus, glorificada ya en los cielos en cuerpo y alma, es imagen y principio de la Iglesia que habrá de tener su cumplimiento en la vida tutura Precede con su luz al pueblo de Dios peregrino y es signo de esperanza y de consuelo hasta que llegue el día del Señor CONCILIO VATICANO II Lumen Gentium, 59 y 68 PORFA ES PARA HOY
Respuestas a la pregunta
La definición del dogma, de acuerdo con la fe universal del pueblo de Dios, excluye definitivamente toda duda y exige la adhesión expresa de todos los cristianos.
Después de haber subrayado la fe actual de la Iglesia en la Asunción, la bula recuerda la base escriturística de esa verdad.
El Nuevo Testamento, aun sin afirmar explícitamente la Asunción de María, ofrece su fundamento, porque pone muy bien de relieve la unión perfecta de la santísima Virgen con el destino de Jesús. Esta unión, que se manifiesta ya desde la prodigiosa concepción del Salvador, en la participación de la Madre en la misión de su Hijo y, sobre todo, en su asociación al sacrificio redentor, no puede por menos de exigir una continuación después de la muerte. María, perfectamente unida a la vida y a la obra salvífica de Jesús, compartió su destino celeste en alma y cuerpo.
4. La citada bula Munificentissimus Deus, refiriéndose a la participación de la mujer del Protoevangelio en la lucha contra la serpiente y reconociendo en María a la nueva Eva, presenta la Asunción como consecuencia de la unión de María a la obra redentora de Cristo. Al respecto afirma: «Por eso, de la misma manera que la gloriosa resurrección de Cristo fue parte esencial y último trofeo de esta victoria, así la lucha de la bienaventurada Virgen, común con su Hijo, había de concluir con la glorificación de su cuerpo virginal» (AAS 42 [1950], 768).
La Asunción es, por consiguiente, el punto de llegada de la lucha que comprometió el amor generoso de María en la redención de la humanidad y es fruto de su participación única en la victoria de la cruz.
Saludos
(A un grupo de peregrinos holandeses de la parroquia de Volendam)
Amadísimos hermanos y hermanas, habéis hecho vuestra peregrinación para dar gracias al Señor por la restauración de vuestra iglesia parroquial. Seguid amando vuestra parroquia, porque es el lugar privilegiado en el que los fieles reciben la salvación a través del anuncio del Evangelio y la celebración de los sacramentos.
(En lengua croata)
Dar nuevo impulso a la catequesis para niños, jóvenes y adultos, porque educa en la fe y lleva a los bautizados a la plenitud de la existencia cristiana en el tiempo y en el ambiente donde cada uno vive. Se trata de una exigencia constante de la Iglesia, que hoy se manifiesta con mayor fuerza, con vistas a la preparación de las próximas celebraciones jubilares.
(A los peregrinos checos)
Los santos Cirilo y Metodio, apóstoles de los eslavos, cuya fiesta se celebrará en vuestra patria el próximo sábado, se dirigieron a vuestros antepasados como maestros del Evangelio y educadores de las generaciones para Cristo. Esta es la meta más hermosa y más grande de todos los maestros.
(A los peregrinos de Eslovenia)
La fiesta de los apóstoles san Pedro y san Pablo os ha traído a la ciudad eterna para profesar aquí vuestra fidelidad a Cristo y a su Iglesia y, de ese modo, reforzar vuestra actividad cristiana. Que la Madre celestial os colme de todas las gracias necesarias para vuestra actividad diaria.
(En castellano)
Deseo ahora saludar a las personas y grupos de lengua española presentes en esta plaza de San Pedro; en particular, a los fieles argentinos de la diócesis de Rafaela y a los jóvenes deportista chilenos, así como a los demás peregrinos venidos de España, México, Bolivia, Argentina y Chile. Invocando la protección de María, tan venerada en vuestros países bajo el título de Nuestra Señora de la Asunción, os imparto a todos la bendición apostólica.
Respuesta:
María nunca fue elevada al cielo
Explicación: