4 GOOD NEIGHBORS The Marches' house was between two large houses. On one side there was an old brown house. On the other side there was a large stone mansion. This was the home of old Mr Laurence and his grandson, Laurie. It was a very grand house and the rooms looked very comfortable behind the heavy silk curtains at the windows. But it was a house without life. The Marches' house was different. It was always busy and full of noise and people. A few days after the party Jo saw Laurie again. He was standing at an upstairs window in the mansion and looking down at their garden. Beth and Amy were playing in the snow. They were throwing snowballs and having a lot of fun. Laurie's face was very sad. 'Poor boy!' she thought. 'He's all alone. It's a shame! He needs some friends.' She couldn't stop thinking about him. She wanted to go and see him but how could she go to his house without an invitation? Then one snowy afternoon, while she was looking out of the window, she saw Mr Laurence. He was getting into his carriage. He was going out. This gave her an idea. 'Laurie is alone in the house,' she thought. 'Perhaps he's looking out of his window.' She put on her hat and an old coat and took a broom and a shovel from the kitchen. 'What are you going to do, Jo?' asked Meg when she saw her sister in the hall. 'I want to get some exercise,' answered Jo with a smile. 'I'm going to clear the garden path.' Laurie was standing at the window again. He wasn't looking at her so she threw a snowball to get his attention. When the snow hit the glass, he turned his head immediately and a big smile changed his pale, sad face. Jo laughed and shouted, 'How are you? Are you ill?' Laurie opened the window and said, 'I'm better now, thank you. I had a bad cold and I had to stay inside for a week.
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4 BUENOS VECINOS La casa de las Marcas estaba entre dos casas grandes. Por un lado había una vieja casa marrón. Al otro lado había una gran mansión de piedra. Esta era la casa del viejo Sr. Laurence y su nieto, Laurie. Era una casa muy grande y las habitaciones se veían muy cómodas detrás de las pesadas cortinas de seda de las ventanas. Pero era una casa sin vida. La casa de las Marcas era diferente. Siempre estaba ocupado y lleno de ruido y gente. Unos días después de la fiesta, Jo volvió a ver a Laurie. Estaba de pie en una ventana de arriba en la mansión y mirando hacia abajo a su jardín. Beth y Amy estaban jugando en la nieve. Estaban lanzando bolas de nieve y divirtiéndose mucho. La cara de Laurie estaba muy triste. '¡Pobre chico!' Pensó. Está solo. Es muy solo. ¡Es una pena! Necesita algunos amigos". Ella no podía dejar de pensar en él. Ella quería ir a verlo, pero ¿cómo pudo ir a su casa sin una invitación? Luego, una tarde nevada, mientras miraba por la ventana, vio al Sr. Laurence. Estaba subiendo a su carruaje. Estaba saliendo. Esto le dio una idea. "Laurie está sola en la casa", pensó. "Quizás esté mirando por la ventana". Se puso el sombrero y un abrigo viejo y tomó una escoba y una pala de la cocina. '¿Qué vas a hacer, Jo?' Le preguntó a Meg cuando vio a su hermana en el pasillo. "Quiero hacer algo de ejercicio", respondió Jo con una sonrisa. "Voy a despejar el camino del jardín". Laurie estaba de pie en la ventana de nuevo. No la estaba mirando, así que ella lanzó una bola de nieve para llamar su atención. Cuando la nieve golpeó el cristal, giró la cabeza inmediatamente y una gran sonrisa cambió su cara pálida y triste. Jo se rió y gritó: '¿Cómo estás? ¿Estás enfermo? Laurie abrió la ventana y dijo: "Ahora estoy mejor, gracias. Tuve un fuerte resfriado y tuve que quedarme una semana dentro.
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