4 ejemplos de las fuerzas de acción y reacción
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Saltar. Cuando saltamos ejercemos con nuestras piernas una fuerza determinada sobre la tierra, que no la altera en absoluto debido a su enorme masa. La fuerza de reacción, en cambio, nos eleva a nosotros por los aires.
Remar. Los remos son movidos por un hombre en un bote y empujan el agua con una cantidad de fuerza que éste imprime sobre ellos; el agua reacciona empujando el bote en sentido contrario, lo cual resulta en el avance sobre la superficie del líquido.
Disparar. La fuerza que la explosión de la pólvora ejerce sobre el proyectil, y que hace que éste salga disparado hacia adelante, imprime sobre el arma una carga igual de fuerza conocida en el ámbito de las armas como “retroceso”.
Caminar. Cada paso dado consiste en un empujón que damos al suelo hacia atrás, cuya respuesta nos empuja hacia adelante y por eso avanzamos.
Un empujón. Si una persona empuja a otra del mismo peso, ambas sentirán la fuerza actuar sobre sus cuerpos, enviándolos a ambos hacia atrás alguna distancia.
La propulsión de los cohetes. La reacción química que toma lugar en el interior de las primeras fases de los cohetes espaciales es tan violenta y explosiva, que genera un impulso en contra del suelo cuya reacción eleva el cohete por los aires y, sostenido en el tiempo, lo saca de la atmósfera hacia el espacio.
La Tierra y la Luna. Nuestro planeta y su satélite natural se atraen mutuamente con una fuerza de la misma cantidad pero dirección contraria: la atracción de la Tierra sobre la Luna la mantiene en órbita, y su reacción genera el fenómeno de las mareas.
Sostener un objeto. Al tomar algo en la mano, la atracción gravitatoria ejerce una fuerza sobre nuestra extremidad y ésta una reacción semejante pero en sentido contrario, que mantiene el objeto en el aire.
Rebotar una pelota. Las pelotas de materiales elásticos rebotan al ser arrojadas contra una pared, porque esta última les imprime una reacción semejante pero en sentido contrario a la fuerza inicial con que las hemos arrojado.
Desinflar un globo. Cuando permitimos el escape de los gases contenidos en un globo, éstos ejercen una fuerza cuya reacción sobre el globo lo empuja hacia adelante, con una velocidad igual a la que los gases alcanzan en su salida.
Tirar de un objeto. Cuando tiramos de un objeto imprimimos una fuerza constante que genera una reacción proporcional sobre nuestras manos, pero en sentido opuesto.
Golpear una mesa. Un puñetazo a una superficie, como una mesa, imprime sobre ésta una cantidad de fuerza que es devuelta, como reacción, por la mesa directo hacia el puño y en sentido opuesto.
Escalar una grieta. Al escalar una montaña, por ejemplo, los alpinistas ejercen sobre las paredes de una grieta una fuerza determinada, que es devuelta por la montaña permitiéndoles mantenerse en su lugar y no caer al vacío.
Subir una escalera. El pie se coloca sobre un peldaño y empuja hacia abajo, logrando que el peldaño ejerza una reacción igual pero en sentido contrario y eleve el cuerpo hacia el siguiente y así de manera sucesiva.
Descender un bote. Cuando pasamos de un bote a tierra firme (un muelle, por ejemplo), notaremos que al ejercer sobre el bode de la embarcación una cantidad de fuerza que nos impulse hacia adelante, el barco se alejará proporcionalmente del muelle como reacción.
Batear una bola de béisbol. Imprimimos con el bate una cantidad de fuerza contra la bola, que en reacción imprime la misma fuerza sobre la madera. He allí por qué los bates puedan romperse mientras las bolas salen despedidas.
Martillar un clavo. La cabeza metálica del martillo transmite la fuerza de nuestro brazo al clavo, metiéndolo cada vez más en la madera, pero éste también reacciona empujando el martillo en dirección contraria.
Impulsarse de una pared. Estando en el agua o en el aire, al tomar impulso de una pared lo que hacemos es ejercer sobre ella una fuerza determinada, cuya reacción nos empujará en dirección contraria directamente.
Colgar ropa de la cuerda. La razón por la que la ropa recién lavada no toca el suelo, es que la cuerda ejerce una reacción proporcional al peso de la ropa, pero en dirección contraria.
Sentarse en una silla. El cuerpo ejerce una fuerza con su peso sobre la silla y ésta responde con una idéntica pero en sentido opuesto, manteniéndonos en reposo.
Explicación:
espero y te sirva
Respuesta:
no lo se jaaaaaaajjaajaajj