4) ¿Cómo influyen los diferentes tipos de erosión en el cambio del paisaje?
Respuestas a la pregunta
Explicación:
La erosión del suelo es el desplazamiento de la capa superior de este, una forma de degradación del suelo. Un bajo nivel de erosión del suelo es un proceso natural en toda la tierra, pero las prácticas agrícolas pueden intensificar el proceso de erosión.
Los principales agentes de la erosión del suelo son el agua y el viento. Combinados, la erosión hídrica y eólica son responsables de aproximadamente el 84% de la extensión global de tierras degradadas, lo que hace que la erosión excesiva sea uno de los problemas ambientales más importantes en todo el mundo.[1]
La erosión del suelo puede ser un proceso lento que continúa relativamente desapercibido, o puede ocurrir a un ritmo alarmante, causando una grave pérdida de la capa superior del suelo. La pérdida de suelo de las tierras de cultivo se puede ver reflejada en la reducción del potencial de producción de cultivos, la menor calidad del agua superficial y las redes de drenaje dañadas. La agricultura intensiva, la deforestación, las carreteras, el cambio climático antropogénico y la expansión urbana se encuentran entre las actividades humanas más importantes en cuanto a su efecto sobre la estimulación de la erosión. Sin embargo, existen muchas prácticas que pueden prevenir, reducir o limitar la erosión de los suelos vulnerables.
El IPCC estima con cierto nivel de confianza que la pérdida del suelo en los campos agrícolas es de 10 a 20 veces mayor que el proceso de formación del suelo en los métodos que utilizan la siembra directa, y más de 100 veces en el caso de la siembra convencional o tradicional.[2] El proceso de labranza de la tierra tiene un impacto directo sobre el proceso de erosión. La exportación de granos y ganado genera pérdidas de nutrientes en el suelo,[3] que los agricultores tratan de resolver mediante la aplicación de fertilizantes, causando otros problemas.
La erosión excesiva (o acelerada) causa problemas tanto en la zona erosionada como fuera de ella. Los impactos en el sitio incluyen disminuciones en la productividad agrícola y (en los paisajes naturales) colapso ecológico, ambos debido a la pérdida de las capas superiores del suelo ricas en nutrientes. En algunos casos, el resultado final es la desertificación. Los efectos fuera del sitio incluyen la sedimentación de las vías fluviales y la eutrofización de las masas de agua, así como los daños relacionados con los sedimentos en las carreteras y las casas.