4.- ¿Cómo debemos proteger nuestra salud en nuestro hogar en base a nuestra alimentación?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Algunas de las patologías más comunes hoy en día en los países desarrollados como España están directamente vinculadas a los hábitos alimenticios y nutricionales de las personas: los problemas cardiacos, la hipertensión arterial, la osteoporosis, la diabetes, la obesidad, los trastornos digestivos… Al mismo tiempo, ha disminuido la edad en que la población comienza a sufrirlas. Suele tratarse, además, de problemas crónicos que, una vez que se manifiestan, requieren tratamiento farmacológico.
Por tanto, alimentarse de manera saludable constituye una de las más eficaces herramientas de prevención, con una alimentación variada y equilibrada. Este es el fundamento, por ejemplo, de la dieta mediterránea, capaz de regular el colesterol en la sangre y, al ser muy rica en fibras y antioxidantes, de prevenir problemas cardiovasculares. Así mismo, incluye todos los nutrientes básicos en cantidad adecuada y suficiente:
Hidratos de carbono: constituyen la principal fuente de energía y se encuentran en la pasta, el pan, las patatas, los cereales, la pasta y el arroz. Si son integrales, constituyen también una fuente de fibra.
Proteínas: son necesarias para que se formen las células y los tejidos del cuerpo. Están presentes en las carnes, pescados, lácteos, legumbres, cereales y frutos secos, entre otros alimentos.
Grasas: aportan ácidos grasos esenciales y energía, pero se recomienda moderar su consumo, porque pueden producir un aumento del colesterol o hipertensión, entre otras enfermedades. Se hallan en los aceites vegetales (oliva, girasol, maíz), las carnes con grasa, los lácteos y algunos pescados, especialmente el azul. También, en los dulces y la repostería.
Vitaminas y minerales: son necesarios para que nuestro cuerpo lleve a cabo innumerables reacciones químicas a diario y se pueden obtener siguiendo una dieta variada y equilibrada, abundante en frutas y verduras, de las que se recomiendan al menos cinco piezas o raciones al día. Además, los lácteos y el pescado azul son ricos en calcio y la carne roja, mientras que los moluscos, las legumbres y los cereales, lo son en hierro.
Fibra: la dieta debe contener al menos 25 gramos de este nutriente que, entre otros beneficios, ayuda a regular el colesterol y el nivel de azúcar en la sangre. Contienen fibra las legumbres, los cereales, los frutos secos y las verduras, frutas y hortalizas.
Se han de evitar en la medida de lo posible las grasas saturadas y los azúcares, y se deben sustituir la mantequilla y la margarina por aceite de oliva virgen, que cuenta con propiedades cardiosaludables. También se deben escoger los cereales integrales antes que los refinados, por ser más ricos en fibra, vitaminas y minerales.
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