3. Un caballo de raza pura recesiva (aa) color rojizo, se cruza con una yegua de raza pura dominante (AA) color blanco. ¿Cuál es el fenotipo y el genotipo de la primera generación (F1)?
Respuestas a la pregunta
El color de un caballo influye mucho en el valor del ejemplar. Tres genes principales controlan el color de capa: Grey (G>g), Extensión (E>e) y Asip (A>a). Las capas básicas se originan por la acción de los siguientes genes:
Torda: un G con cualquier otra combinación.
Castaña: ggEE (o Ee) con al menos un A (AA o Aa).
Negra: ggEE (o Ee) aa.
Alazana: ggeeAA o Aa.
Otros genes, actúan aclarando las capas básicas, entre otros:
Cream (C=CCr) que, en una dosis puede producir bayo, palomino o cenizo y en dosis doble perlino, cremelo y crema cenizo respectivamente.
Pearl (N>Prl), de efecto pequeño, en doble dosis produce la capa Isabela.
Champagne (Ch>ch), un gen de dilución dominante.
Estudio genealógico. Conociendo la capa de los ascendientes, descendientes y hermanos de padre y/o madre de un ejemplar, en ocasiones se puede deducir, sin ninguna duda, su constitución genética completa y predecir la probabilidad de transmisión de las capas a su descendencia, siempre que se conozca también la constitución genética del ejemplar por el que se cruza.
2. Estudio molecular. A veces, sobre todo cuando se trata de ejemplares tordos como ocurre a menudo en la cabaña del Pura Raza Español (PRE), el estudio genealógico no es suficiente y es necesario recurrir a pruebas moleculares que distingan las variantes genéticas. A partir de muestras de sangre o pelo, se realiza un análisis específico de cada gen mediante la técnica de PCR. Así, por ejemplo, se puede saber si un caballo tordo es EE, Ee o ee, en los dos últimos casos, pudiendo dar descendencia alazana. También se puede saber si un caballo castaño puede dar descendencia negra, si es Aa y no AA. De igual manera, se puede averiguar si un tordo es portador de la variante CCr, y podría dar descendencia baya o incluso, cremelos. La constitución genética o genotipo de un animal no varía a lo largo de su vida, por lo que, una vez conocida, ya no es necesario realizar más análisis de ese ejemplar. Para averiguar la probabilidad de obtener potros que tengan un color de capa determinado, es necesario saber el genotipo tanto del padre como de la madre.