3 Restos arqueologicos de Surquillo/Lima/Perú
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Cuando pensamos en la riqueza cultural de Perú, vienen nuestra memoria los grandes sitios arqueológicos de fama internacional: Chan Chan, Machu Picchu, las Huacas del Sol y la Luna, etc. Es verdad, estos sitios son de visita casi obligada para llevarnos una idea de las variadas culturas andinas que dieron forma al gran imperio Inca y que se sucedieron en el tiempo en el actual territorio peruano.
Sin embargo, muchos viajeros que pasan por Lima se pierden la oportunidad de visitar los sitios arqueológicos de gran valor que encierra la mismísima capital. A escasos minutos del casco histórico o en barrios limeños, estos sitios por lo general nos sorprenden con asombrosas huacas o pirámides rituales, en medio del tejido urbano.
Veamos algunos ejemplos de los muchos sitios arqueológicos que encierra Lima.
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Santuario Pachacámac
En el barrio de Chorrillos encontramos con un lugar sagrado que fue centro religioso de los pueblos que vivían en la costa central peruana a lo largo de diez siglos. El Santuario Pachacámac está en las afueras Lima y ocupa nada menos que 460 hectáreas de superficie.
Está conformado por construcciones de barro (como la ciudadela de Chan Chan, en el norte de Perú) entre la que se distinguen palacios, calles, plazas, templos.
Este santuario estuvo habitado por las culturas Lima, Wari e Inca aproximadamente entre el siglo II a.C. y la llegada de los españoles, en 1533. En momentos de la Conquista, Pachacamac era el santuario más importante de la costa, tal como lo aseguran los relatos de los cronistas, y fue abandonado poco después de la llegada del hombre europeo.
Se encontraba aquí el oráculo que descifraba las señales de la tierra (especialmente hablando de los terremotos y catástrofes naturales que se predecían desde este santuario).
Pachacámac significa "alma de la tierra, el que anima el mundo" y los sacerdotes y casta religiosa que vivía aquí, eran los encargados de "leer" los signos de la Naturaleza.
Para visitarlo y tener información práctico sobre cromo llegar, horarios y demás, te sugiero que visites su página web.
Santa Catalina 1
Huaca Santa Catalina
Este sitio arqueológico cuenta con mas de 1.000 años de antigüedad. Se encuentra en el barrio de La Victoria, en Lima, y su guaca (o pirámide ceremonial) fue un centro religioso y administrativo.
Su edificio central está construido sobre una plataforma de adobe, e incluye una serie de pasajes entre distintos recintos rectangulares y una columna central cilíndrica con frisos. Cuenta también con un Museo de Sitio con muestras de cerámica y tejidos de la cultura Lima que poblaba el valle del Rimac, donde se encuentra la capital peruana.
Se ubicado en la Calle Pascual Saco Oliveros cdra. 8 s/n.
03 Huaca Puruchuco 01
Sitio del Palacio de Puruchuco
Encontramos aquí el primer Museo de Sitio que se abrió en Perú, en 1960. Ejemplo arquitectónico de los Ichma (900 a 1450 años d.C.) e Incas. Encontramos pirámides con rampa, calles, plazas y templos siguiendo el modelo constructivo de los pueblos andinos del Imperio Inca.
Entre los objetos hallados en la zona y hoy exhibidos en el museo de sitio, destaca el “Puruchuco” o "Corona de Plumas", palabra quechua de la cual proviene el nombre del lugar. Esta corona, elaborada en base a coloridas plumas y pelos de camélido, probablemente perteneció al curaca o jefe local y es única entre las piezas arqueológicas halladas en la capital peruana.
Se ubica en Carretera Central Km. 4.5, muy cerca del anterior.
Huaca Pucllana
Es tal vez la mas accesible ya que está en el Distrito de Miraflores. La huaca o pirámide cuenta con mas de trece siglos de antigüedad, tiene unos 25 metros de altura en 7 plataformas escalonadas construidas con pequeños ladrillos de adobe sin argamasa, en un intrincado diseño.
Junto a la huaca hay un museo de sitio donde se exhibe una colección permanente de los objetos recuperados en las excavaciones, objetos cerámicos, textiles, trabajos en piedra y madera, así como recreaciones de las actividades económicas y costumbres funerarias practicadas por sus pobladores.
A su lado hay un restaurante del mismo nombre (y muy conocido), por lo que es perfectamente posible visitarla y por la noche disfrutar de una cena junto al sitio arqueológico iluminado.