3. QUE RELACION TIENE LA HISTORIA DE GANDHI Y EL PASAJE DE MATEO 5:43-44
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
Mateo 5: 43-47
La Palabra de Dios
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestro hermano, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los paganos? Por tanto, sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto".
Mateo 5: 43-47
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Reflexiones sobre la lectura de hoy
La mayoría de los que escuchaban a Jesús despreciaban a los recolectores de impuestos y a los gentiles. Sin embargo, Él les dice que si no aman a sus enemigos no son mejores que aquellos que desprecian. Es una lección tan dura hoy como lo fue entonces. Con toda honestidad, ¿hay alguien a quien desprecio?
¿Por qué deberíamos amar a nuestros enemigos y orar por nuestros perseguidores? Debemos hacerlo porque Dios lo hace, y estamos llamados a ser los hijos de Dios. Como a sus hijos, se nos pide ser “perfectos”. La perfección consiste en amar como Dios ama, sin excepciones o condiciones. Pido la Gracia de poder hacer eso.
Seguimos Orando
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Reflexiones sobre la lectura de hoy
¿Dónde me encuentro, Señor, frente a tu invitación de convertirme como en un dios en mi amor a los demás? Cuando estoy luchando por sobrevivir en un mundo hostil, tratando de cuidar de mi familia y ganar mi sustento, ¿cómo consigo tener mi corazón libre de malos ratos, de resentimientos, incluso de odios?
El amor de Dios es incondicional. Se extiende a sus enemigos. Esto desafía categorías ordenadas y preferencias personales que pueden tener tanta influencia en la vida. Es solo con su corazón que nosotros podemos amar de una manera que es humanamente imposible.
La santidad significa imitar a Dios y tratar de ser tan generosa/o como podamos. Tenemos que actuar como Dios lo hace amándonos a todos, justos o injustos, buenos o malos. Su misericordia y bondad es radical, desproporcionada e indignante. Es la mía quizá un poco más cautelosa?
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Reflexiones sobre la lectura de hoy
¿Dónde me encuentro, Señor, frente a tu invitación de convertirme como en un dios en mi amor a los demás? Cuando estoy luchando por sobrevivir en un mundo hostil, tratando de cuidar de mi familia y ganar mi sustento, ¿cómo consigo tener mi corazón libre de malos ratos, de resentimientos, incluso de odios?
Amar a nuestros enemigos es especial para el Cristianismo. Es la cosa más difícil del mundo, y sólo el ejemplo de Jesús y su Pasión lo hace posible para nosotros. Si nosotros no amamos a nuestros enemigos aún no estamos en el Reino de Dios.
Dios, tu amor es un amor de otro tipo para nosotros. Tú simplemente los amas a todos, buenos y malos. Tú me amas de esa manera también. Nada que yo haga te hará amarme menos. Si yo pudiera creer eso, tendría alguna esperanza de amar a otros de la misma manera.
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Reflexiones sobre la lectura de hoy
La mayoría de los que escuchaban a Jesús despreciaban a los recolectores de impuestos y a los gentiles. Sin embargo, él les dice que si no aman a sus enemigos no son mejores que aquellos que desprecian. Es una lección tan dura hoy como lo fue entonces. Con toda honestidad, ¿hay alguien a quien desprecio?
¿Por qué deberíamos amar a nuestros enemigos y orar por nuestros perseguidores? Debemos hacerlo porque Dios lo hace, y estamos llamados a ser los hijos de Dios. Como a sus hijos, se nos pide ser “perfectos”. La perfección consiste en amar como Dios ama, sin excepciones o condiciones. Pido la Gracia de poder hacer eso.
La santidad significa imitar a Dios y tratar de ser tan generosa/o como podamos. Tenemos que actuar como Dios lo hace amándonos a todos, justos o injustos, buenos o malos. Su misericordia y bondad es radical, desproporcionada e indignante. ¿Es la mía quizá un poco más cautelosa?