3. ¿Qué decisiones toma el Gobierno provisional? ¿Tendrá éxito? ¿Por qué?, revolución rusa
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El Gobierno provisional ruso (en ruso, Временное правительство России, romanizado: Vrémenoie privítelstvo Rossíi) se formó en Petrogrado después de la abdicación del zar durante la Revolución de Febrero de 1917. Consistió en una serie de sucesivos gabinetes, principalmente de coalición entre políticos liberales y socialistas moderados, que trataron infructuosamente de resolver los graves problemas a los que se enfrentaba el país, enfrascado en la impopular Primera Guerra Mundial hasta la toma del poder en noviembre por los bolcheviques, ala radical del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, en la Revolución de Octubre.
El primer gabinete estuvo formado exclusivamente por políticos liberales a excepción de Kérenski, del Partido Social-Revolucionario (SR), que ingresó en el Gobierno a título personal. Duró apenas dos meses antes de cesar durante la Crisis de abril debido a las diferencias sobre la guerra entre socialistas y los miembros más conservadores del Consejo de Ministros. Se formó entonces el primero de los varios Gobiernos de coalición entre liberales y socialistas. El príncipe Lvov se mantuvo al frente del nuevo Gobierno hasta después del fracaso de la Ofensiva Kérenski, la crisis con los miembros del Partido Democrático Constitucional (KD o kadetes) por la tensión con los nacionalistas ucranianos y las Jornadas de Julio, cuando lo sucedió Kérenski al frente de un gabinete temporal de socialistas y liberales independientes. Estos primeros Gobiernos realizaron una amplia labor de reforma política, pero no resolvieron los problemas más importantes para la población: el fin de la guerra, la reforma agraria, los cambios en las condiciones de los obreros urbanos y las aspiraciones de las minorías.
El nuevo acuerdo entre kadetes y socialistas surgido tras semanas de negociaciones puso fin a la crisis gubernamental del verano, pero no resolvió los desacuerdos entre ellos ni permitió avanzar en las reformas sociales y económicas exigidas cada vez con más insistencia por la población ni llevó a avances en el fin de la guerra. El verano trajo la radicalización de la situación en Rusia: mientras la derecha tendía a buscar una figura autoritaria que impusiese orden, acabase con la crisis y retomase la guerra con vigor, la izquierda reclamaba cada vez con mayor insistencia la aplicación de profundas reformas políticas sociales y económicas. La falta de resultados de las acciones del Gobierno y el fracaso del intento de golpe de Estado del comandante en jefe del Ejército, debilitaron tanto a la derecha como al Gobierno, al que se vio involucrado en el mismo, y reforzaron la posición de la izquierda radical, favorable a la toma el poder por los sóviets.
A mediados del otoño, la situación de crisis y la debilidad del Gobierno llevaron a la discusión abierta de un cambio de Gobierno y la formación de uno puramente socialista. Mientras en el campo los sóviets aceleraban una reforma agraria oficiosa y se independizaban de hecho de la administración central, en las ciudades crecía el apoyo a la izquierda radical; cuando los bolcheviques decidieron tomar el poder a través de los sóviets en el Segundo Congreso Panruso de los Sóviets, la oposición gubernamental fue mínima. La Revolución de Octubre puso fin al periodo del Gobierno provisional y dio paso a uno nuevo bolchevique, el Sovnarkom.