3 poemas del día de muertos
pliss los necesito
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Un recuerdo dejo – Nezahualcóyotl
Un recuerdo que dejo
¿Con qué he de irme?
¿Nada dejaré en pos de mi sobre la tierra?
¿Cómo ha de actuar mi corazón?
¿Acaso en vano venimos a vivir,
a brotar sobre la tierra?
Dejemos al menos flores
Dejemos al menos cantos
Silencio – Octavio Paz
Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.
El pájaro – Octavio Paz
Un silencio de aire, luz y cielo.
En el silencio transparente
el día reposaba:
la transparencia del espacio
era la transparencia del silencio.
La inmóvil luz del cielo sosegaba
el crecimiento de las yerbas.
Los bichos de la tierra, entre las piedras,
bajo la luz idéntica, eran piedras.
El tiempo en el minuto se saciaba.
En la quietud absorta
se consumaba el mediodía.
Y un pájaro cantó, delgada flecha.
Pecho de plata herido vibró el cielo,
se movieron las hojas,
las yerbas despertaron…
Y sentí que la muerte era una flecha
que no se sabe quién dispara
y en un abrir los ojos nos morimos.
Pensándolo bien – Jaime Sabines
Me dicen que debo hacer ejercicio
para adelgazar,
que alrededor de los 50′s
son muy peligrosos
la grasa y el cigarro,
que hay que conservar la figura
y dar la batalla al tiempo,
a la vejez.
Expertos bien intencionados
y médicos amigos
me recomiendan
dietas y sistemas
para prolongar la vida
unos años más.
Lo agradezco de todo corazón,
pero me río
de tan vanas recetas
y tan escaso afán.
(La muerte también ríe
de todas esas cosas.)
La única recomendación
que considero seriamente
es la de llevar
una mujer joven a la cama
Porque a estas alturas,
la juventud
Solo puede llegarme
por contagio.