3. Lea comprensivamente los textos, Conteste las preguntas fundamentando sus respuestas, ¡Hombre! Este muchacho es todavía muy débil para el trabajo. ¿Es hijo tuyo? -Si, señor. -Pues deblas tener lastima de sus pocos años y antes de enterrarlo aquí enviarlo a la escuela por algún tiempo. -Señor-balbuceó la voz ruda del minero en la que vibraba un acento de dolorosa súplica-. Somos seis en casa y uno solo el que trabaja, Pablo cumplio ya los ocho años y debe ganar el pan que come y, como hijo de mineros, su oficio será el de sus mayores, que no tuvieron nunca otra escuela que la mina Su voz opaca y temblorosa se extinguió repentinamente en un acceso de tos, pero sus ojos húmedos imploraban con tal insisténcia, que el capataz vencido por aquel mudo ruego llevó a sus labios un silbato y arrancó de el un sonido agudo que repercutio a lo lejos en la desierta galeria. Oyose un rumor de pasos precipitados y una oscura silueta se dibujó en el hueco de la puerta. -Juan -exclamó el hombrecillo, dirigiéndose al recién llegado- lleva este chico a la compuerta número doce, reemplazará al hijo de Jose, el carretillero, aplastado ayer por la corrida. Y volviendose bruscamente hacia el viejo, que empezaba a murmurar una frase de agradecimiento. dijole con tono duro y severo: -He visto que en la última semana no has alcanzado a los cinco cajones que es el minimum diario que se exige a cada barretero. No olvides que si esto sucede otra vez, será preciso darte de baja para que ocupe tu sitio otro más activo. Y haciendo con la diestra un ademán (gesto) enérgico, lo despidió. Los tres se marcharon silenciosos y el rumor de sus pisadas fue alejándose poco a poco en la oscura galería, Caminaban entre dos hileras de rieles cuyas traviesas hundidas en el suelo fangoso trataban de evitar alargando o acortando el paso, guiándose por los gruesos clavos que sujetaban las barras de acero, El guía, un hombre joven aún, iba delante y más atrás con el pequeño Pablo de la mano seguia el viejo con la barba sumida en el pecho, hondamente preocupado. Las palabras del capataz y la amenaza en ellas contenida habían llenado de angustia su corazón. Desde algún tiempo su decadencia era visible para todos; cada día se acercaba más el fatal lindero que una vez traspasado convierte al obrero viejo en un trasto inútil dentro de la mina. "La compuerta número doce". Baldomero lillo, 1904. *Subraye las palabras claves y luego señale ¿Cuál es el tema central del texto? (3 puntos) porfa necesito ayuda doy coronitas
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kdkeieieieieieieiwiwjs wnwnejeje que no te preocupes te las mando mensaje cuando tú te vas a ir a comprar y tú que te diga a ok
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