3 ideas principales de el despliegue del comercio
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Respuesta:
“No queremos terminar en una pandemia de hambre, pobreza o desempleo. Por eso, el propósito siempre ha sido garantizar el equilibro entre la prioridad de la vida de los colombianos y cómo cuidar del empleo”.
Es la reflexión de José Manuel Restrepo, ministro de Comercio, Industria y Turismo, al completar dos años al frente de esta cartera en la que, en medio de la pandemia del covid-19, espera seguir desarrollando una estrategia que permita garantizar la vida al tiempo que ayude a millones de empresas y al país a reactivarse.
“No es una tarea fácil”, dice Restrepo, quien ya comienza a desplegar un plan que abarca cuatro frentes claves: ayuda a los más vulnerables, crecimiento limpio, apoyo a la Colombia rural y el aprovechamiento de los tratados de libre comercio (TLC), con una agresiva agenda en lo comercial y para atraer mayor inversión.
Están vistos los esfuerzos para mantener a flote la economía en medio de la pandemia. ¿Qué sigue?
La aplicación de nuestra estrategia ‘Compromiso por Colombia’, que tiene cuatro frentes de desarrollo. El primero, seguir con el apoyo a la población más vulnerable, dándole continuidad al programa de ingreso solidario y de subsidios a la vivienda, unos 200.000 entre VIS y no VIS.
El segundo es el compromiso con el crecimiento limpio. Son 27 proyectos de energía renovable más proyectos emblemáticos como el canal del Dique, la aceleración de la navegabilidad del río Magdalena y, desde nuestra perspectiva del sector, una estrategia alrededor de la economía circular.
Tenemos el compromiso de implementar el decreto expedido sobre las empresas de interés colectivo; ya son más de 160 que tienen esa condición, y en economía circular implementar la estrategia de reusar, reciclar y reutilizar en este frente.
¿Hacia dónde apuntan los otros dos frentes?
El tercero es la Colombia rural. El compromiso es acelerar los programas que estamos trabajando con iNNpulsa, con los que hemos acompañado los 500 proyectos productivos individuales y colectivos.
Tenemos $ 5 billones para esos programas, y esto incluye la ley de alivios a pequeños productores y la aceleración de agricultura por contrato. Y en materia de empleo está la infraestructura con otros $ 5 billones, y $ 2 billones más para incentivos a industrias creativas.
¿Dónde queda el tema comercial?
Estamos convencidos de que Colombia puede exportar más, aprovechando los TLC vigentes. Esto incluye continuar en diplomacia comercial y sanitaria con el propósito de llegar a 27.000 millones de dólares en exportaciones de bienes no mineros y de servicios.
Con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), iniciamos un proyecto de US$ 12 millones hace un mes para que Colombia sea protagonista en esto, apoyando a las mipymes que exportan con el programa ‘Fábricas de internacionalización’, el aprovechamiento de compras públicas en los TLC a través de una estrategia de ProColombia y aprovechar que el presidente (Iván Duque) es presidente pro tempore de la CAN, de la Alianza del Pacífico, lo será de Prosur y será presidente de la Asamblea del BID, para construir cadenas reales de valor como respuesta al problema de rompimiento de cadenas de proveeduría.
¿Cómo hacerlo con las economías a media marcha?
El momento de comercio internacional ha complicado los temas. Por eso, la facilitación de este se convierte en una prioridad y a eso le hemos dedicado especial cuidado, pero también a entender que ya hay países que están saliendo de la crisis y que necesitarán productos alimenticios y agropecuarios. Debemos copar esos mercados y entender que esta es una oportunidad para hacer relocalización de empresas.¿Qué significa esto?
Con ProColombia iniciamos la tarea de identificar empresas que potencialmente podrían tener algún interés de relocalización en Colombia.
Ya ubicamos 250, hemos contactado a la mitad y 17 nos han expresado su interés eventual de situarse en un país como Colombia. Hay oportunidades con empresas de todo el mundo y oportunidades que se abren para construir cadenas regionales de valor en donde empezamos a articular a nivel de región con el objeto de aprovechar mercados.
También vemos la oportunidad de hacerles competencia a las importaciones. Colombia importa cerca de 6.000 partidas industriales, y de estas 1.200 tienen registro de producción nacional. Allí hay un grupo de empresas con las que se pueden trabajar para fortalecerlas y, por qué no, competirles a las importaciones.