3 ejemplos sobre mitos y verdades de la alimentación la higiene y la actividad física
eso seria todo muchas gracias :)
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1- Cuando realizamos un trabajo muscular, podemos incidir en la musculatura de forma general o también podemos hacerlo de forma específica, es decir, se puede aislar un grupo muscular determinado y entrenarlo específicamente, sin embargo y por desgracia, no podemos hacer lo mismo con el tejido graso. Cuando a través del metabolismo se utilizan las grasas como sustrato de energía, no hay forma de decirle al cuerpo de qué parte debe extraer esas grasas, en principio se van a tomar de una forma general, utilizando primero los ácidos grasos intramusculares porque son los de más rápido acceso y posteriormente los que se almacenan en los adipocitos. Por tanto, un programa de ejercicios musculares de la zona abdominal de forma aislada, y subrayo “de forma aislada”, no va a tener ninguna incidencia sobre la pérdida de grasa en dicha zona. Ahora bien, el trabajo de fuerza de la musculatura abdominal, integrado en un programa de actividad física para la pérdida peso es necesario, quizá no tanto en las primeras etapas y siempre en función del sobrepeso, pero si en etapas más avanzadas, ya que el fortalecimiento de la musculatura abdominal es esencial para la protección de la zona lumbar, así como la base de una buena postura y forma parte de un entrenamiento equilibrado y funcional. Sin embargo y para no perder la esperanza, existen suficientes evidencias que nos revelan que una de las zonas de mayor pérdida o que más “quema” grasa es precisamente la abdominal, eso sí, siempre y cuando el cuerpo utilice las grasas como sustrato de energía.
2- Pero para que el organismo llegue a utilizar las grasas como sustrato energético, se tienen que dar unas condiciones determinadas y como esta ciencia no son matemáticas, estas condiciones aunque similares, no son las mismas en todos los individuos, dependiendo de varios factores como son entre otros, el nivel de entrenamiento de la persona, la intensidad, la duración del ejercicio y por supuesto la cantidad de ingesta calórica y la composición de nuestra dieta.
3- Cuando realizamos ejercicio, el organismo tiene tres rutas metabólicas para obtener la energía necesaria, una de ellas es el metabolismo de las grasas. Aunque estas tres rutas están simultáneamente produciendo energía, el porcentaje que aporta cada una va variar en función de la condición física de la persona, de la intensidad, la duración del ejercicio y por supuesto la disponibilidad del sustrato. Según esta premisa, el mayor porcentaje en el uso del metabolismo de las grasas se produce cuando realizamos un ejercicio de larga duración a una intensidad baja (más de 20-30 minutos dependiendo de los factores antes mencionados), pero también cuando se han ido agotando el resto de sustratos debido a un mayor gasto calórico, como por ejemplo cuando hacemos un entrenamiento interválico aeróbico o de fuerza muscular de alta intensidad. A mayor gasto calórico (intensidad o duración), mayor demanda de energía y mayor metabolismo de las grasas; la diferencia es que atendiendo a la duración del ejercicio tardaremos más en usar las grasas como sustrato, mientras que si atendemos a la intensidad tardaremos menos.
4- Debemos recordar además, que el sobrepeso y la obesidad en la mayoría de los casos, se debe a un desequilibrio de nuestro balance energético, es decir que si lo que ingerimos no es igual a lo que gastamos, aparecen los problemas.
5-Sin embargo, fijándose bien en esta fórmula lógica, podríamos conseguir un resultado óptimo ingiriendo menos calorías y moviéndonos más; de esta forma, un programa que integre una dieta saludable y equilibrada en cuanto a nuestros requerimientos junto con el ejercicio físico adecuado, sería sin duda el correcto para restablecer el equilibrio de forma eficaz y sobre todo para mantenerlo.
Explicación:
Espero te ayude <3