3 Desarrollo de la habilidad
Evaluación formativa
1. Designa a un estudiante para que, de manera creativa y con atuendos alusivos.
se disfrace de "la vida" y permanezca fuera del aula, mientras al interior del so-
lón prepara un ambiente de expectativa y respeto.
2. Coloca una silla vacía en la parte central del salón e invita a "la vida" a que en-
tre y se siente en ella.
3. Enseguida pide que generen un diálogo espontáneo con la vida" y que cada
uno exprese con libertad lo que quiera decirle, por ejemplo:
a. Lo que quieres decirle "la vida" sobre el futuro:
b. escribe lo que crees que te responderia
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
EL MODELO DE RESPONSABILIDAD PERSONAL Y SOCIAL
PARA LA FORMACIÓN EN VALORES EN ALUMNOS DE
EDUCACIÓN PRIMARIA
Bernardino J. Sánchez-Alcaraz Martínez, Alberto Gómez-Mármol, Alfonso Valero
Valenzuela y Ernesto De la Cruz Sánchez
(Universidad de Murcia)
Introducción
En los últimos años toda una serie de especialistas en educación física y deportes
llevan trabajando muchos años partiendo de la premisa de que el terreno de juego
deportivo es un lugar potencialmente idóneo para la transmisión de valores
personales y sociales (Ruiz, Rodríguez, Martinek, Schilling, Durán y Jiménez,
2005).
Uno de los modelos que se ha mostrado más efectivo ha sido El Modelo de
Responsabilidad Personal y Social (TPSR), desarrollado por D. Hellison, profesor
de la Universidad de Illinois (Chicago), hace más de treinta años.
Inicialmente este modelo fue diseñado con el objetivo de que adolescentes y
jóvenes de riesgo vivieran experiencias de éxito que favorecieran el desarrollo de
sus capacidades personales y sociales, y su responsabilidad social tanto en el
deporte, como en su vida cotidiana. Dicho modelo sostiene la necesidad de
enseñar a través del deporte comportamientos y valores que mejoren la vida de
los estudiantes. En concreto, asocia dos valores al bienestar y al desarrollo
personal: el esfuerzo y la autogestión. También asocia otros dos valores al
desarrollo y la integración social, dichos valores son, respectivamente: el respeto
a los sentimientos y los derechos de los demás; y la capacidad de escuchar y
ponerse en el lugar de los otros (Escartí, Pascual y Gutiérrez, 2005).
Hellison (2003) destaca cuatro ideas clave para definir su Modelo:
1. Integración: El profesor debe enseñar Responsabilidad Personal y Social
sin separarla de los contenidos de la actividad física y del deporte. De este modo,
se mantiene la conexión entre ambos gracias al interés que adquiere el estudiante
con el contenido deportivo, que a su vez, le da la oportunidad de aprender
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responsabilidad. Se trata de desarrollar buenas personas y no sólo buenos
deportistas.
2. Transferencia: Como última fase, el participante debe trasladar las
conductas y valores adquiridos en clase de educación física a otros contextos
como las clases de otras materias, el patio del colegio o su casa.
3. Dar responsabilidad a los alumnos: El profesor debe otorgar
responsabilidad a sus alumnos permitiendo que entren en el proceso de toma de
decisiones, adquiriendo cierta autoridad en las clases. La toma de decisiones no
es un hecho unidireccional sino que es el propio alumno el que toma un rol
protagonista al respecto, con el riesgo de que en determinadas ocasiones pueda
hacer un uso inadecuado de él.
4. Relación entre profesor y alumnos: La mayoría de las interacciones en el
Modelo de Responsabilidad Personal y Social están basadas sobre las relaciones
personales de experiencia, honestidad, confianza y comunicación. Se hace
necesario que tanto profesor como alumnos trabajen para promoverlas mediante
relaciones personales. Una vez establecida esta conexión, se abre un proceso de
aprendizaje interactivo.
El núcleo central del TPSR es que los estudiantes, para ser individuos eficientes
en su entorno social, tienen que aprender a ser responsables de si mismos y de
los demás, e incorporar las estrategias que les permitan ejercer el control de sus
vidas. Cuando los adolescentes son capaces de entender y comportarse de
acuerdo con estos valores han alcanzado lo que el programa denomina:
Responsabilidad Personal y Social. El modelo trata de ser parsimonioso, los
valores que se les transmiten a los estudiantes deben ser sencillos, concisos y
pocos en número.
En el Programa, los participantes aprenden a desarrollar su responsabilidad
personal y social de modo gradual, a partir de metas concretas y sencillas.
Muchos de los adolescentes a los que dirigimos el programa, en un primer
momento, se encuentran en el nivel 0, que se caracteriza por conductas
irresponsables, falta de autocontrol, falta de respeto a los compañeros y al
profesor, falta de metas a medio y largo plazo, desinterés por su futuro. Para
aprender los comportamientos relacionados con los valores del programa e
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interiorizar la filosofía del mismo, van aprendiendo por niveles comportamientos y
actitudes que les ayudan a convertirse en personas responsables.
Explicación: