3.- CON ΔYUDΔ DE TUS PΔDRES O DE ΔLGÚN ΔDULTO REDΔCTΔ EN TU CUΔDERNO SOBRE LΔ INFLUENCIΔ DE LΔ TEGNOLOGÍΔ EN EL TEΔTRO
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
Ante las numerosas posibilidades de aplicación de las nuevas tecnologías al teatro, las opiniones han oscilado del rechazo al exceso. Pero en una sociedad de la comunicación, el teatro debe también evolucionar para devolver al espectador la sensación y el placer de la libertad.
Al menos desde 1898, año en el que el mexicano Salvador Toscano Barragán rodó una Pasión de Cristo con los aparatos del cinematógrafo Lumière (una Pasión he dicho, luego el cine, en sus inicios argumentales, recurría a temas similares a los del teatro europeo en los comienzos) aflora entre los hombres preocupados por el espectáculo la inquietud de que las nuevas técnicas influyan decisivamente, y de modo incontrolable, en su trabajo. Pero ya antes de 1898, con la instalación de la luz eléctrica en los locales de espectáculo (por no referirme a la influencia de las sombras chinescas y similares), la relación, incluso la colaboración, del comediante con la imagen proyectada fue objeto de discusiones y ensayos. En algunas salas de variedades, por ejemplo, y antes del invento del cine, se proyectaban vistas tras las cantantes que actuaban. Bordeábanse, pues, los géneros híbridos que,si siempre han existido, el nacimiento del cine los hizo más numerosos. Las literaturas hispánicas de este siglo han conocido, por ejemplo, (y doy nombres y títulos de narraciones y textos dramáticos a vuela pluma) el cinedrama (como Vidas cruzadas, de Jacinto Benavente), la novela cinematográfica (así, Cagliostro, de Vicente Huidobro), la novela-film (según se subtitula El poeta y la princesa o el cabaret de la cotorra verde, de Pío Baroja), la película cómica hablada, cuando el cine era todavía mudo (como El bastón de alcalde, de Manuel Caba y José Alba), el poema cinematográfico (denominación de La manzana, de León Felipe), además de la comedia peliculesca y otros.