3 caracteristicas de tradicion oral
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La tradición oral es el hecho comunicativo sociocultural con base en el lenguaje hablado por medio del cual se transmiten los conocimientos históricos, científicos y culturales, a una comunidad, con el fin de preservar dichos saberes de generación en generación.
Su contenido es significativo e identitario, porque promueve entre los integrantes de la comunidad la apropiación de las ideas, hechos y valores que han forjado la cultura del lugar en que habitan.
Su aplicación sugiere una serie de reglas a cumplir, en las que el respeto por las normas del buen hablante y oyente ocupan un lugar significativo. La oralidad viene a ser uno de los elementos más relevantes, ya que es el medio de comunicación primordial.
Características
Identidad cultural
Esta particularidad se refiere a aquellos rasgos narrativos que diferencian la tradición oral de una comunidad respecto a la de otra.
Estos elementos suelen ser bien marcados y definitorios, llegando a generar claras diferencias entre los grupos, tanto desde el punto de vista de la estructuración de las historias como de las entonaciones y ritmos usados para expresarlas.
Respecto a este punto también se toman en cuenta aspectos como: los rituales pre y pos narrativa, la perdurabilidad de los discursos en el tiempo, la extensión de las distintas narraciones, la riqueza lingüística de estas, entre otras cualidades.
Memoria colectiva
Hace referencia a la historia propia de cada comunidad. Se enfoca más en el fondo que en la forma, es decir, en la riqueza cognitiva y de valores que posee cada narración.
Cada etnia, cada grupo humano tiene un pasado que lo define. Ese pasado, esas vivencias, son las que se van transmitiendo entre los pobladores reforzando el banco evocativo y de remembranza que da razón de ser a las estirpes.
Fin pedagógico
Ha sido costumbre, en las distintas comunidades humanas, el uso de la tradición oral, no sólo para mantener con vida la memoria de los pueblos, sino que también para educar a sus niños, jóvenes y adultos por las sendas correctas.
Se tiene que tener claro que dichas sendas, dichos caminos de rectitud, se adecúan a las costumbres de las gentes del pueblo en que les tocó vivir.
Es habitual entonces palpar claras moralejas en cada cuento, en cada historia, en cada adivinanza. Todo acto comunicativo de esta índole tiene un fin didáctico, lo que hace de este tipo de interlocución un hecho pragmático bien productivo.
Se puede acotar que, acudiendo al pluripensamiento y a la diversidad, lo que es bueno para una cultura muchas veces no lo es para otra. Cada comunidad ha forjado sus juicios de valores en torno a sus vivencias.
Se vale del uso de varios géneros literarios
En toda comunidad se evidencia la multiplicidad de géneros literarios en la tradición oral. Se aprecian las poesías, los refranes, los cuentos, las leyendas, los relatos, los mitos; todos y cada uno bien explícitos y diferenciados.
Eso sí, cada etnia presenta manejos de diversa índole, unas más profundas, otras más superfluas, sin embargo cada una con una riqueza innegable.
El nivel de profundidad de la tradición oral está determinado por el avance cultural de los pueblos. Mientras más tranquilidad, mayor la oralidad. Mientras más adversidad, mayor la necesidad de supervivir y, por ende, menor la necesidad de transmitir un saber.
La forma tiende a modificarse con el tiempo, no así el fondo
Es común que en los géneros más amplios, como el cuento, lo que quede fijo en la memoria del oyente sea la enseñanza. Por causa de esto, cuando la historia es redistribuida en otro subgrupo puede variar en la manera de ser representada (sujetos, situaciones), mas no así en su mensaje.
La forma, entonces, no juega un papel tan decisivo, sin embargo el fondo sí. Expertos en la materia como Vansina, aseveran que muchos refranes son producto de la síntesis de cuentos y muchos cuentos son resultado de la ampliación de refranes. Y así con las adivinanzas, mitos y leyendas.
Permiten la perpetuidad de las costumbres sin recurrir a las letras
Aunque suene retrogrado en pleno siglo XXI, hay comunidades que aún no han adoptado las letras y persisten en propagar sus ideas, leyes y demás conocimientos y costumbres de manera oral.
Esto tiene un alto grado de romanticismo en el buen sentido de la palabra. Gracias a esto el hombre, de tanto repasar la ley para no olvidarla y poder transmitirla a los suyos de manera fidedigna, se hace ley.
Los ciudadanos de cualquier comunidad, que están en constante relación con su historia remota de manera oral, viven y sienten más su cultura. No solo son oidores, sino también hacedores. Es la cotidianidad, la continuidad, lo que hace perpetuables y fuertes a las culturas de los pueblos.