3 Artículos Científicos de problemas sociales en el entorno
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1. Hambre
Sorpresa de nadie, pero un problema de todos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 820 millones de personas carecían de comida para llevar a cabo sus labores diarias en el año 2018. Unicef puntualiza que, cada día mueren unos 8.500 niños por falta de alimentos. Esto se traduce en que, aproximadamente, fallecen 6,3 millones de infantes menores de 13 años de forma anual por causas prevenibles.
De todas formas, no hace falta irse a Níger para observar los efectos del hambre. Estados Unidos, teóricamente conocido por su opulencia y capacidad monetaria, cuenta con más de medio millón de personas sin hogar. Este problema social está mucho más cerca de lo que creemos, y todos podemos ayudar a solventarlo, aunque sea en parte. En casi cualquier región encontrarás disponibles bancos de alimentos, donde puedes donar comida que irá a parar a las manos de los más necesitados.
2. Machismo
A escala mundial, tal y como indica el portal ONU mujeres, el 35% de las personas del sexo femenino han experimentado alguna vez violencia física o sexual por parte de de una pareja íntima o una persona con la que no tenía ningún tipo de vínculo personal. Cada día 137 mujeres mueren a manos de sus parejas, lo que se traduce en unas 87.000 anuales en escala global.
No, no hablamos de violencia de género, sino de violencia machista, pues son la inmensa mayoría hombres los que perpetran este tipo de crímenes. Generalizar está mal, pero está claro que, como sociedad, los representantes del espectro masculino debemos hacer un ejercicio de autocrítica y dilucidar qué hacemos o qué dejamos de hacer para acabar con este tipo de crímenes de una vez por todas. No es ni un chiste ni un comentario: el machismo mata. Sea una persona cercana o lejana quien perpetre el acto, es obligación de todos no dejar pasar una.
3. Transfobia
A día de hoy, por desgracia, aún siguen quedando personas (e incluso países enteros) que no conciben el género como un constructo social que no es ni blanco ni negro. Los órganos genitales con los que nacemos no nos definen, lo hacen nuestras vivencias, personalidad, experiencia y lo que queremos o necesitamos hacer con nuestro propio cuerpo e identidad.
Una estadística famosa con respecto a esta temática es que se estima que, aproximadamente, el 41% de las personas trans han intentado quitarse la vida en algún momento de su vida. El trans bashing (perseguir a estas personas), la violencia, el rechazo y otros muchos eventos hacen que ser una persona transgénero sea verdaderamente complicado en la sociedad actual.
En este tema, aún nos queda muchísimo que aprender como sociedad, pues articulamos comentarios tránsfobos sin darnos cuenta en muchas ocasiones. “Pareces un chico con esa ropa”, “mírala, es igual que una chica, no parece trans” “¿Tú que eres, chico o chica?” “Yo es que eso de hablar de todes no lo entiendo”, y otras muchas cosas más. Es necesaria una reestructuración completa del pensamiento y el género, pues nadie tiene por qué justificar la identidad que le define en ningún caso, menos ante un ataque o puesta en duda. Una persona es lo que crea ser. Los juicios sobran.