3 argumentos en contra del rodeo0
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Un ser sintiente, ingresa, de manera forzosa, a un espacio aparentemente cerrado. Inmediatamente, identifica que dos animales poderosos, y más grandes que él, inician una persecución a su respecto. Siente temor.
Basado en el instinto de autoconservación que caracteriza a gran parte de los seres vivos, inicia una carrera desesperada para tratar de escapar del lugar, acción que sólo lo lleva a confirmar el carácter cerrado del ambiente en que se desenvuelve.
Repentinamente, su cuerpo es violentamente golpeado contra una superficie extremadamente dura. Su sistema nervioso central capta el daño ocasionado por la embestida y transmite señales eléctricas en respuesta al estímulo exterior; el ser sintiente experimenta dolor.
El malestar percibido aumenta la sensación de angustia que ya, desde un inicio, le provocaba el entorno al que fue forzado a ingresar. Y esa sensación se enfatiza aún más cuando el ser sintiente puede apreciar que los animales poderosos que lo habían atacado, ahora lo rodean y persiguen de cerca. Esa cercanía no es sino indicativa de la inminencia de un nuevo ataque.
A pesar, de imprimir aún mayor esfuerzo en su huida, el ser sintiente constata que, haga lo que haga, se encuentra permanentemente cercado: el temor se agudiza y se convierte en pánico.
Por un instante no hay sonido; cuesta respirar. La segunda embestida ha fracturado sus costillas y aun así, el ser sintiente entiende que debe correr por su vida.
La tercera agresión da directo en el cuello, obstruyendo la respiración, generando asfixia.
A nivel psicológico, angustia; a nivel físico, profundo dolor; a nivel auditivo lo único que se puede percibir es un extraño ruido, algo así como una multitud rugiendo, exclamando de alegría, un sonido incoherente con lo sucedido”.
El escenario recién representado puede ser resumido en dos palabras: abuso y sufrimiento. Agresores en situación de superioridad (especialmente diseñadas al efecto) infligen daños sobre el cuerpo de un tercero que se encuentra en inferioridad de condiciones.
En relación con lo descrito, surgen algunas preguntas moralmente relevantes: ¿puede justificarse racionalmente un espectáculo basado en el dolor de un ser vulnerable y capaz de sentir, más aún cuando éste se ha visto forzado a participar en aquél?; En segundo lugar: ¿puede justificarse la exaltación de una práctica construida sobre la base de una relación de abuso-sufrimiento ejercida sobre un ser sintiente, al nivel de considerarla como un emblema nacional?; ¿puede existir consistencia entre una institución como la descrita y los estándares éticos propios del siglo XXI?; finalmente, ¿es posible que seres empáticos puedan ser capaces de enarbolar argumentos a favor de la mantención de una práctica que se basa en el padecimiento y la angustia de otro?
Explicación:
si. varias solo lee