2°D ¿Cómo influyó el contexto de crisis en Italia y Alemania para el surgimiento de los totalitarismos?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Origen del Fascismo: De la Unificación Italiana a la Crisis de la Gran Guerra
El fascismo fue una de las ideologías más importantes del siglo XX y que más cambios generaron para toda la Humanidad. El surgimiento de este pensamiento tuvo unas particularidades muy características del pueblo latino por tener su origen en el nacionalismo no resuelto o “irredentismo” de la Unificación Italiana, pero principalmente por todos los desmanes que se dieron dentro de Italia durante y después de la Primera Guerra Mundial, ya no sólo por la ruina económica y la quiebra social del país a causa del conflicto provocado por las potencias capitalistas, sino por la peligrosa propagación del comunismo que llevó a muchos a buscar la llamada “tercera vía”.
Bandera de Italia.
Italia era en esencia lo que el Imperio Romano fue en la Península Itálica cuando ostentó el liderazgo de ser la mayor potencia de Europa y probablemente del mundo en la Edad Antigua. Después de la caída de Roma y la división de los diferentes Estados Italianos a lo largo de un extenso período que abarcó toda la Edad Media y también la Edad Moderna, en el siglo XIX el nacionalismo caló muy profundamente en la sociedad latina porque de la mano del Rey Víctor Manuel II de la Casa Saboya y revolucionarios como Giuseppe Garibaldi, se inició el denominado proceso de la Unificación Italiana que entre los años 1848 y 1870 consiguió volver a unir al Piamonte y Cerdeña, el Reino de las dos Sicilias (incluyendo Nápoles), Florencia con el Gran Ducado de la Toscana, el Ducado de Módena, el Ducado de Parma y los Estados Papales, así como el Véneto y Lombardía a costa del Imperio Austro-Húngaro.
El Reino de Italia quedó unificado bajo la forma de una monarquía constitucional con Parlamento elegido por sufragio universal masculino y un sistema económico liberal, donde la Jefatura del Estado recaía en la Casa Saboya y el Rey Víctor Manuel II, siendo sucedido tras su muerte por el Rey Humberto I y luego por el Rey Víctor Manuel III. Al igual que el resto de naciones europeas, el Estado Italiano se sumó a la carrera colonial bastante tardíamente, aunque pese al retraso pudo expandirse por África apropiándose de Eritrea en 1882 y Somalia en 1889, además de establecer una serie de concesiones en China sobre Tianjin, Shangai y Wuhan a finales del siglo XIX. De hecho a principios del siglo XX, cuando tuvo lugar la Guerra Ítalo-Turca que concluyó con la victoria de Italia sobre el Imperio Otomano, los italianos ampliaron sus colonias africanas con Libia y también de las Islas del Dodecaneso en Grecia.
Victor Manuel III, Rey de Italia.
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