2. Según algunos indígenas ticuna del Amazonas, los manatíes, mamíferos acuáticos de los ríos colombianos, nacen de la siguiente forma: “en un árbol situado junto a un lago, algunos gusanos se comen sus hojas y se envuelven en capullos. Luego, con las lluvias, los capullos caen al agua y se convierten en manatíes”. Responde. • ¿Qué piensas del relato del manatí que acabas de leer? ¿Crees posible esta situación?
Respuestas a la pregunta
Respuesta: Los manatíes son mamíferos grandes y gordos que
pasan toda su vida dentro del agua. Viven en los ríos,
lagos y mares tropicales donde se alimentan de plantas
acuáticas, pastoreando como vacas –talvez por esto
también les llaman vacas marinas.
Con una cola fuerte en forma de remo para impulsarse
y dos aletas pectorales para guiarse, los manatíes pueden
nadar largas distancias. Cuando salen a la superficie
para tomar aire, abren los dos huequitos en su trompa,
respiran, cierran los huecos y vuelven a bajar. A veces
respiran tan suave, sin dejar siquiera una huella en el
agua, que nadie sabe que un manatí ha pasado por allí.
Tienen ojos pequeños y oídos tan finos como un alfiler,
pero escuchan muy bien. Alrededor de su boca crecen
pelitos cortos y sensibles que les sirven para explorar el
mundo subacuático.
Al igual que los elefantes, sus parientes lejanos, los
manatíes tienen una vida larga y se reproducen
lentamente. Sus antepasados, clasificados en el orden
de los Sirenios, surgieron hace 50 millones de años y
los manatíes modernos ya habitaban el Amazonas y el
Caribe hace 5 millones de años. Hoy existen 4 especies
de Sirenios: tres manatíes, de la familia Trichechidae, y
un dugong, de la familia Dugongidae. Había una quinta
especie, la vaca marina Stella, que fue exterminada por
la cacería en el siglo XVIII.
En Colombia hay dos especies de manatí: el manatí
amazónico (Trichechus inunguis), que es el más
pequeño de todos, y el manatí antillano (Trichechus
manatus). Un tercer manatí (Trichechus senegalensis)
habita la costa y los estuarios de África occidental.
El manatí amazónico vive en las aguas dulces de la
cuenca del río Amazonas, moviéndose entre los lagos,
los tributarios y los ríos grandes, como el Putumayo, el
bajo Caquetá y el Amazonas. Es conocido por su piel
lisa, negra y por la mancha blanca que casi todos
llevan en su pecho. Puede medir hasta 3 metros y
pesar unos 400 kilogramos.
El manatí antillano tiene el cuerpo más grande y
redondeado; mide hasta 4 metros y algunos adultos
pesan más de una tonelada. Su piel es gris, su cabeza
un poco arrugada y tiene uñas en las aletas pectorales.
Vive en los mares costeros del Caribe y el Atlántico y
también habita ciénagas y ríos, como el Magdalena,
Sinú, Atrato, Meta y Orinoco.
Todos los manatíes están clasificados como vulnerables
a la extinción, porque los han cazado durante siglos y hoy
su hábitat se reduce cada vez más. Por esto tenemos que
hacer un esfuerzo especial para asegurar que ellos sigan
gozando de las aguas colombianas y que futuras
generaciones los pueden conocer.